Pablo Nieto
En el año 1995, un desconocido, que respondía al nombre de John Lasetter, dió toda una lección magistral de ingenio, innovación, y sobretodo, de Cine, que aún a día de hoy sigue teniendo efectos secundarios. El nombre de su creación: "Toy Story"; el de los efectos secundarios, de mantenimiento indefinido en el tiempo: "Toy Story 2", "Bichos", "Buscando a Nemo", "Los Increibles", y por supuesto "Monstruos S.A.".
En todas estas películas, salvo "Buscando a Nemo" y "Los Increibles", el talento musical de Randy Newman, unido a su entrañable voz quebrada, adquiere un especial protagonismo. Eterno perdedor en la gala de los Oscars, tuvo que ser "Monstruos S.A.", quien hiciera cambiar esa tendencia, obteniendo Randy el Óscar a la mejor canción original.
Centrándonos ya en el score en sentido estricto. Nos encontramos un trabajo que se adecúa perfectamente a las imágenes. La partitura está construida sobre la base de un jazz juguetón y algunos momentos brillantes de swing, eso sin olvidar los característicos solos de violín o piano que han hecho grande a Randy Newman. Cierto es que priman los dos primeros estilos, pero no es menos cierto, que es algo lógico pues la película, y la propia personalidad de los dos "actores" principales (Mike y Sulley), así lo requieren. Precisamente, el tema titulado "Sulley and Mike" se encarga de reflejar, con un swing tremendamente divertido, la relación amistad/trabajo que une a estos dos Monstruos. En "Randall Appears" Newman se dedica a describir la figura del Monstruo enemigo tanto profesional como personalmente del duo de "cómicos"...
Especialmente brillante se muestra en las dos grandes secuencias de acción de la película. Todas ellas relacionadas con la pequeña Boo, la causante de todo lo bueno y malo que acontece en este film. Su "entrada" en Monstropolis es reflejada en el tema "Boo´s Adventures in Monstropolis". Aquí, Newman recurre a la aparatosidad orquestal, logrando con ello acentuar la surrealista situación de pánico que causa la presencia de una niña que aún no sabe hablar entre toda la Banda de Grandes Monstruos de nuestros sueños.
La persecución en el gran "almacén" de puertas es el momento cumbre de la película. Estamos ante una secuencia rodada con un ritmo frenético, llena de momentos realmente brillantes. Para la misma, Newman se encarga de refundir todos los temas y estilos de la película, aunque dando preponderancia al sinfonismo, y optando por una descripción estilo mickeymousing.
Por último, es necesario hacer mención a los cortes "Sulley Scares Boo" y "Boo´s Going Home", donde hace aparición la vena meláncolica del Newman de "Despertares" o "Pleasantville".
El disco comienza y termina con la canción, que le dió a Randy ese Óscar tan deseado y tan justo: "If I Didn´t have you". Un tema muy en la línea del "You´ve got a Friend in Me" de "Toy Story"; cuya primera versión corre a cuenta de Billy "Mike" Cristal y John "Sulley" Goodman. La última, como es lógico estará protagonizada por el propio Randy Newman. Una forma ideal, de cerrar el disco.
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