Miguel Ángel Ordóñez
Pino Donaggio es antes que compositor un gran melodista, un músico dotado de una especial habilidad para concebir temas pegadizos, fruto de su paso por la música ligera donde fue cantante de cierto éxito, y para recrear ambientes de cualquier tipo. Su figura ha estado siempre asociada a la de los primeros trabajos de De Palma, marcándole para bien o para mal en un género donde aplica un medido compromiso entre tensas estructuras a la cuerda, a la que dota de innumerables efectos, y delicados y bucólicos temas centrales con marcada influencia de la escuela melodista italiana.
Pero la gran parte de la filmografía de Donaggio se ha cimentado al margen, como es obvio, del cine del admirador del maestro Hitchcock, una carrera irregular que no ha permitido vislumbrar el talento demostrado en sus inicios. Capaz de crear partituras con un tema central inolvidable como en el pastiche “Botte di Natale” o la aventurera “Qualcuno in ascolto”, trabajos de admirable elegancia y abundantes motivos secundarios como el grusiniano “Cin Cin”, épicas y dramáticas visiones del pasado como en la reciente “Tra due Mondi” y atrayentes ejercicios étnicos donde aúna costumbrismo y una tensa relación amorosa como en “Oltre la porta”, también es cierta su capacidad para construir vacías y deplorables partituras anacrónicas del estilo de “Morte in Vaticano” o “The Barbarians” o frías y monótonas aproximaciones al horror como la sobrevalorada “Piranha”.
“Seed of Chucky” supone una vuelta a sus orígenes junto a Joe Dante. Un score denso donde conjuga un empleo muy contemporáneo de la electrónica y una desaprovechada London Symphony Orchestra (su primera colaboración con esta orquesta) en una de las franquicias más deplorables de la historia del cine: la del patético muñeco malo Chucky, del que siempre me he planteado la falta de habilidad de las supuestas víctimas para acabar de una simple patada con sus trastadas maléficas. El único elemento novedoso en este ejercicio de estilo algo hueco es la introducción de un componente cómico que dota de cierta originalidad al acercamiento de Donaggio.
El score bascula entre dos temas principales. Un omnipresente motivo de ocho notas ejerce de melodía central y redunda en los aspectos siniestros y diabólicos del personaje. Sin duda, Donaggio pretende crear un ambiente de pesadilla que logra con su hipnótico motivo al que secunda con el empleo de unos coros angelicales que amplían la ambigüedad del muñeco (“Main Title”), aunque el abuso de glissandos y efectos a la cuerda otorgan cierto convencionalismo a su sorprendente propuesta (“Yes, Santa Claus, There is a Chucky”, “Chucky´s Destiny”). Así, dichos efectos y un marcado aire de suspense constituyen la baza principal de un trabajo donde los conflictos internos y familiares del personaje, algo novedoso respecto a las anteriores historias del muñeco, crean una sensación patológica donde de nuevo los coros otorgan un cariz malsano (“Family Reunion”, “Ordinary Dolls”).
En el otro lado, un motivo gentil y dulce genera un bello desasosiego con un uso muy estilizado de la cuerda (“Glen´s Escape”), emergiendo en varios cortes como contrapunto al misterio. En esta línea otro preciosista corte para saxo y cuerda nos demuestra la facilidad melódica del compositor (“Our Jennifer”).
No faltan tampoco momentos mas propios de la comedia con el uso medido del silencio y los piziccatos a la cuerda (“Inquiring Minds/Jennifer´s Home”) ni un sano ejercicio autoparódico por el que Donaggio no había transitado antes con claros homenajes al cine de De Palma como la aparición del motivo central de “Doble cuerpo” en “Paparazzo´s Deligth” o al inicio de “Acid Trip” y de la cuerda de “Carrie” en el propio “Acid Trip” y en el corte “Bad Girls”.
Un trabajo curioso llevado por caminos muy distintos a los actuales en el género de terror pero que no acaba de convencer por su precaria falta de interés, por su monótona persistencia en la temática del suspense y porque en el fondo el subrayado emocional de este malcriado cabezón nos importa a todos un rábano, ¿o no?.
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