José-Vidal Rodriguez
Después de casi 10 años manteniéndose en la primera línea de la composición cinematográfica nacional, el murciano Roque Baños se sube al carro de los recopilatorios para ofrecer una cuidada selección-resumen de sus partituras más notorias, abarcando trabajos compuestos entre los años 1997 y 2007. Compendio de temas que se hacía necesario ante la ya prolífica carrera del compositor, y que es publicado, como no podía ser menos, en el catálogo de su recién creado sello propio Meliam Music.
Presentado al público en exclusiva durante la II Edición del Soncinemad (y dicho sea de paso, habiendo despertado bastante interés entre los asistentes), el álbum se compone de dos compactos editados en formato “libro de lujo”, con más de 50 páginas que hacen las veces de original y muy completo libreto, en el cual el compositor reflexiona sobre todas y cada uno de los scores incluidos, así como podemos leer un emotivo prólogo de su asistente y coproductora de la obra, Tessy Martín. Por si fuera poco e independientemente de esta atractiva presentación, Baños nos deleita con la inclusión de partituras hasta ahora inéditas, caso del “Rosario Tijeras” o el adelanto de su última partitura aún por estrenarse (“Las Trece Rosas“). Incluso completa el segundo compacto con curiosas demos (atención a la de "Alatriste") y sintonías televisivas, todo ello en forma de bonus tracks.
Con una más que generosa duración (cada CD alcanza casi los 78 minutos de duración), el recopilatorio se conforma tanto de temas extraídos tal cuál de cada score, así como de suites creadas ex profeso con los momentos más destacados seleccionados por el autor. Es por ello que la obra resulta francamente certera en su propósito de exponer la versatilidad y amplitud de registros de un auténtico todo-terreno de la composición cinematográfica como es Roque Baños.
Si tuviésemos que resumir el álbum de forma independiente a su cronológica estructuración, se haría necesario agrupar gran parte de sus cortes en torno a cuatro nombres clave en la carrera del murciano, cuatro directores que han marcado sobremanera su devenir artístico.
El primero de ellos no es otro que Emilio Martinez Lázaro, que no sólo propicia su debut en el cine con la magnífica “Carreteras Secundarias”, sino que confía en él para partituras de indudable interés para el aficionado, como la elegancia convertida en fado de “La Voz de su Amo”, los musicales “El Otro Lado de la Cama” y su secuela, o la aún por estrenar “Las Trece Rosas”, cuya aparente calidad merecerá un posterior comentario por separado.
El cineasta Carlos Saura, del que Baños dice que es para él "casi como un padre", probablemente sea el que exprime del músico sus más altos grados de creatividad e innovación, llegando a escribir auténticas obras de referencia en su filmografía: la desgarradora y tremendamente expresiva “Goya en Burdeos”, la primera incursión de Baños en el ballet y el flamenco con “Salomé”, o esa particular visión musical de un horrendo crimen llamada “El Séptimo Día”, en la que se describe la tragedia con un acercamiento tan inusual como una música de bases flamencas. Aunque para muchos, la partitura más sobresaliente del dúo y la que consagra a Baños como ese autor versátil y de profunda inquietud artísticamente hablando, sea quizás la fantástica mezcolanza de sonoridades arabigo-hispánicas de “Buñuel y la Mesa del Rey Salomón”.
En el caso del director Alex de la Iglesia -del cual hallamos incluso la sintonía de la serie de TV “Historias para no dormir“-, la relación que mantiene con Baños es también de esas que muy probablemente se alarguen en el tiempo, teniendo en cuenta el excelente entendimiento entre ambos, francamente palpable en la sobriedad de sus trabajos. A la espera de comprobar el resultado de su nueva colaboración en la ambiciosa coproducción “The Oxford Murderers”, el recopilatorio incluye los temas más conocidos escritos para películas del bilbaíno. Desde su primer encuentro en la caótica, circense, dramática... “Muertos de Risa”, siguiendo por la alocada partitura de toques cuasi elfmanianos para “La Comunidad”, pasando por la parodia heróica al western de “800 balas”, y llegando a la simplemente correcta “Crimen Ferpecto” (una obra sobre la que, eso sí, Baños nos revela un curioso método de grabación en las notas).
Y como cuarto cineasta del que más cantidad de obras se incluyen, nos encontramos con el joven Daniel Monzón, que a sus 39 años de edad y tras su etapa como crítico de cine, ya lleva a sus espaldas cuatro producciones de cierto éxito comercial. De la mano de Monzón, el compositor pudo ahondar en muy diferentes registros: una épica casi inédita en nuestro cine (“El Corazón del Guerrero”, obra intachable que se ve deslucida por su irregular interpretación), el jazz del que tanto gusta en una desenfrenada comedia como es “El Robo más Grande Jamás Contado”; o una sobria soundtrack de suspense, con toques de frenetismo muy acertados, para una cinta desigual, gélidamente acogida por la crítica: “The Kovak Box”.
Tras este grupo de partituras que ejemplifican las colaboraciones estables de Baños con diversos directores, encontramos piezas de no menos interés que las comentadas y que gozan de gran popularidad entre los aficionados (el elegantísimo vals de “Obra Maestra”, el alucinógeno viaje por las entrañas de la mente humana de “The Machinist”, la impecable épica decadente de “Alatriste”...). Pero uno de los auténticos highlights del recopilatorio (no sólo por su caracter de obra aún por estrenar, sino por la tremenda inspiración que vislumbra la pieza), lo hallamos en el adelanto de la mencionada partitura para ”Las Trece Rosas”, la nueva película de Emilio Martínez Lázaro basada en la historia verídica de trece menores fusiladas por las tropas franquistas justo al final de la Guerra Civil Española. Los tres minutos incluidos en el arrollador corte, nos descubren a un Baños apasionado y entregado a la emotividad, a la sensibilidad lírica no exenta de cierto grado de grandilocuencia melodramática. Las palabras que además dedica el músico en el libreto, denotan que probablemente estemos ante una de las grandes partituras nacionales del año, que según Baños provocó "lágrimas en los ojos de Emilio". Muy atentos, por tanto, al estreno del filme y la comercialización de su prometedor score.
Así las cosas, por sus innegables virtudes artísticas y la equilibrada selección del material, no cabe duda que este "Roque Baños: Recopilatorio" se antoja como un producto a reivindicar sin paliativos entre los aficionados, fuera ya de su cualidad de valioso testimonio musical para aquellos neófitos en la línea estilística del genial artista murciano.
06-julio-2007
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