Pablo Nieto
El sueño americano no es más que la chovinista acepción inventada por los yuppies neoyorkinos (influenciados por los delirios de grandeza franceses instalados por Eiffel en la famosa “statue of liberty”), para definir el éxito, y la vía de llegar a él a través del esfuerzo y la valía exclusivamente personal. Mike Nichols, como tantos otros cineastas, decidió tomarlo como referencia para presentar su ácido retrato de la sociedad americana de finales de los 80. Tiempos donde la guerra de sexos, la expansión cultural como urbe mundial de Nueva York, la revolución tecnológica, la deshumanización de la jerarquía administrativa, estaban en auge.
Es “Armas de Mujer” toda una sátira indispensable para ubicarnos en los convulsos ochenta. Un film con entramado geométrico de personajes, realmente atrayente. Por un lado la joven secretaria (Melanie Griffith) que entra a trabajar en una gran multinacional, por otro la jefa deprepedadora (Sigourney Weaver) que asume como suyo una importante y arriesgada operación bursátil sugerida por su subordinada, y como elemento desencadenante de amores y odios el maduro tiburón financiero, interpretado por un Harrison Ford en el mejor momento de su carrera (apunto de desempolvar su sombrero para la tercera parte de "Indiana Jones"). Una película multipremiada a todos los niveles, pero especialmente en su apartado musical. Una apuesta arriesgada pero a la postre realmente atrayente llamada: Carly Simon.
Artista revelación en los años setenta, musa del pop gracias a su hit “You´re So Vain” y conocida por el aficionado al cine por haber compuesto e interpretado la canción “Nobody It´s Better” para la película de James Bond “La Espía que me Amó”, la labor de la cantautora neoyorkina en este film se iba a limitar en un principio a la composición del tema principal de la película, puesto que Nichols ya tenía autor para el score: Dave Grusin. Sin embargo, todo cambió sobre la marcha. Grusin estaba muy ocupado preparando la música de la película que a la postre le daría su único Oscar ("Un Lugar Llamado Milagro"), y Nichols no terminaba de encontrar un recambio de garantías (su amigo Georges Delerue, estaba también muy ocupado con otros proyectos en aquel momento), así que hablando con Simon, ésta se ofreció a escribir también el score.
La principal baza de Carly Simon, es la poderosa e inolvidable canción “Let the River Run”. Auténtico motor de la cinta, leit motiv de la partitura, himno pegadizo para el día a día del trabajador. Su presentación en los títulos de crédito, acompañando el viaje en ferry de Melanie Griffith de New Jersey a New York, es absolutamente hipnótico e inspirador. Una canción, de estupendos arreglos corales gospel, y electrizante percusión y guitarras eléctricas. Con el tema “In Love”, Simon demuestra su sensibilidad para la melodía. Un tema a piano, brillantemente arreglado para cuerdas, coro y maderas. Sin duda, otra acertada propuesta de la compositora a la hora describir la historia de amor entre Harrison Ford y Melanie Griffith. Que tendrá su reprise en la variante “The Scar”, con inserción del oboe y un toque final más sobrio a través de la trompa.
Por supuesto, no podemos pasar por alto la versión a capella del “Let the River Run”, a cargo de la coral St.Thomas Choir of Men and Boys, que precede a la lírica y fresca variante del tema de amor en “Carlotta´s Heart”, con la propia Simon tarareando la melodía con un apacible pop ligero como base rítmica. La edición discográfica se completa con el estimulante reprise del “Let the River Run” en “Looking Throught Katherine´s House”. Un tema en constante progresión, atacado de nuevo por Simon y una contenida base rítmica y de cuerdas, que anticipa el emocionante finale con el bis del tema a cargo de los coros.
Con “Armas de Mujer”, Carly Simon ganó el Oscar, el Globo de Oro y el Grammy a la mejor canción del año. Convirtiéndose también en una de las bandas sonoras más vendidas de la historia. Quizás, también contribuyó la excelente selección de canciones que acompaña al trabajo Simon. Empezando por la balada romántica de Chris DeBurgh “Lady in Red” (todo un clásico) o el paroxismo de las Pointer Sixters y su archiconocido “I´m So Excited”. Dos clásicos del jazz ligero como “The Man that Got Away” y “Poor Butterfly”, ayudan y mucho a la ambientación sofisticada de la cinta.
La carrera de Carly Simon, que por aquel momento estaba bastante estancada, resurgió gracias a esta película. Es más, desde entonces no pararon de lloverle proyectos cinematográficos, para escribir scores como “Postales desde el Filo” o “This is my Life”. Además de escribir canciones para películas como “Algo para Recordar”, se la ha visto vinculada últimamente a films de Disney como “Piglet´s Big Movie” o “Pooh´s Heffalump Movie”. Dos películas con las que complementa su otra gran pasión: la escritura de cuentos para niños.
22-abril-2007
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