José-Vidal Rodriguez
A estas alturas de la aparición y posterior evolución del homo sapiens en la forma que hoy lo conocemos, a nadie debe sorprender que todo nuevo trabajo del músico galo Eric Serra supone, casi al instante, la apertura de un debate sobre sus capacidades para la composición cinematográfica, usualmente puestas en duda debido a su peculiar y ecléctico estilo que, eso sí, a pocos deja indiferente. Lo cierto es que su anterior trabajo editado, “Bandidas”, ya vislumbraba un ligero cambio en su impronta, transitando hacia senderos más “académicos” y por ende, alejados de los controvertidos ejercicios eclécticos y cuasi experimentales que hasta hace poco poblaban su filmografía.
Con el rumor de constituir el último largometraje como director del francés Luc Besson, "Arthur y los Minimoys" se presenta como una atrayente cinta familiar que, combinando animación digital con actores reales, narra los esfuerzos del joven Arthur por salvar del desahucio la casa en la que convive con su abuela materna (Mia Farrow), lo que le lleva a contactar con unos curiosos seres diminutos que pueblan su jardín, que le ayudarán a encontrar el preciado tesoro escondido por su desparecido abuelo para así hacer frente a las deudas familiares.
Como no podía ser menos, Besson confía en su inseparable Serra para ambientar una trama que, más que nunca, obliga al compositor a reverdecer su partitura con las formas tradicionales hollywoodienses, utilizando por primera vez sonoridades plenamente sinfónicas, e incluso acudiendo a técnicas hasta ahora casi inéditas en el francés, como bien pudieran ser diversos momentos entregados a la exaltada emotividad lírica (basta sólo escuchar la preciosista “The Minimoys Overture”), o, sobre todo, la recién descubierta facilidad del galo para abordar texturas cercanas al mickey mousing.
Tan sólo teniendo en cuenta estas premisas musicales, podemos afirmar que este nuevo Serra se nos presenta, al fin, como autor resolutivo frente a uno de los trabajos probablemente más complejos de su carrera. El resultado global del mismo, aún distando del absoluto paroxismo, sorprende sobremanera por el satisfactorio devenir de un score totalmente apartado de la, hasta ahora, singular percepción del galo sobre lo que debía ser música ligada a un largometraje.
Uno de los principales factores de los que sale airoso el autor, es el relativo a la enorme cantidad de momentos descriptivos del filme que debe plasmar al pentagrama. En los cerca de 90 minutos de metraje, no deja prácticamente de sonar música original del francés, lo que ya de por sí es un logro. A ello hay que añadir que lo que antaño suponía una entrega casi absoluta a efectismos electrónicos, ahora se convierte en agradecidos ejercicios de trasfondo clásico, en donde el sinfonismo y los coros son, por una vez, los protagonistas absolutos en las ideas musicales de Serra.
Las correrías joviales de Arthur (“Arthur And The Aqueduct“), su afán por no desistir en el intento de salvar la casa de la abuela (“Small As A Tooth“), o el descubrimiento del mágico mundo de los Minimoys (“The Land of the Minimoys“), son retratados por el músico con un gentil lirismo, del que extrae incluso puntuales instantes de virtuosismo inimaginables hasta hace bien poco en el compositor (la hermosa frase del “Nice Town“, aún en su simpleza, es uno de los mejores temas que le hemos podido oir).
Siguiendo la secuenciación del álbum (que por una vez respeta el orden de aparición de los temas en la cinta), la música transita en tono desenfadado y ampliamente melódico durante los primeros temas del CD, tornando cada vez más apagada y tensa desde el instante en que abuela y nieto atienden temerosos ante la inminente amenaza de desahucio. Cuando Arthur se adentra de lleno en el onírico universo ”minimonyense”, el ambiente musical se entrega a la aventura y la acción, describiendo el enfrentamiento de los diminutos seres contra el malvado “M”. Ello explica la amplia pléyade de motivos que difuminan un tanto la unidad melódica del score, si bien acrecientan a su vez la simbología de la música dentro del filme.
No obstante lo anterior, el francés presenta cuatro ideas centrales con las que intenta cohesionar la extensa partitura: el tema dedicada al universo de los Minimoys (desarrollado ya en el primer corte del CD), la delicada frase asociada a la Princesa Selenia y su creciente atracción hacia Arthur (“In Bed with Selenia”), el oscuro pasaje a metales representativo de la malignidad de M (“Malthazar”, corte cuya principal frase recuerda curiosamente al main theme de “Dune”); y por último, un breve leitmotiv épico que podremos escuchar en determinados instantes en los que Arthur sale airoso de los mil y una tropelías (“Arthur The Hero”).
En otra muestra de la diversificación temática del trabajo, la contundencia se apodera de fragmentos tales como el grupo de cortes del 14 al 18, que abarcan el grueso de música que suena durante el ataque de los enemigos a la fortaleza de los Minimoys. En ellos, Serra maneja vigorosos ritmos y percusiones, potenciadas por la inclusión de fieros metales manejados con cierta habilidad enfática.
Y en la parte quizás más interesante del álbum, los últimos temas antes de las canciones de relleno, Eric vuelve a sorprendernos con un inédito grado de emotividad en las escenas de conclusión del filme (especial atención merecen los cortes “A Bowl Of Rubies” y “The Minimoys Finale”), cerrando de manera hermosa su mejor partitura escrita hasta la fecha.
Así las cosas y visto el atractivo acabado del score, me permito lanzar una serie de preguntas al lector: ¿este nuevo cambio a mejor de Eric Serra es tan sólo transitorio? ¿Que sea la supuesta última película de Besson ha influido en su notable inspiración? ¿O por el contrario, estamos realmente atendiendo a una auténtica resurrección para el celuloide del artista francés?. Las respuestas, obviamente, las tendremos en futuros trabajos venideros. Hasta entonces, disfruten de esta agradable ”Arthur y los Minimoys”, una obra que supone de largo, la más disfrutable de la tan irregular como vilipendiada carrera cinematográfica de Eric Serra.
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