Ignacio Garrido
En un género tan manido como es el terror, donde pocas aportaciones musicales tienen consistencia o sorprenden a estas alturas, resultan más que gratos los esfuerzos del tandem de lujo que han formado Christopher Gordon y Lisa Gerrard para esta ocasión, fusionando sus dispares personalidades musicales al crear la estupenda banda sonora de "Salem´s Lot" de Stephen King.
Miniserie de impecable factura, pero con desiguales resultados narrativos, la enésima adaptación televisiva de otra novela más del escritor americano cubre de nuevo el espectro sobrenatural tan de su gusto, centrándose en este caso en los misterios que rodean a una vieja casa y los nuevos inquilinos que la habitan a la llegada de un escritor, el protagonista Rob Lowe, a su pueblo de origen. Los vampiros serán el núcleo central de las preocupaciones del sufrido héroe y de sus peripecias para salvar al pueblo de los acontecimientos que, con pulso pero sin emoción, nos ofrece el director Mikael Salomon.
Christopher Gordon es un compositor perteneciente a una raza de músicos en desuso y lamentablemente denostados dentro de una industria cada vez más empeñada en ensombrecer las principales cualidades expresivas de la música de cine y su manipulación emocional para con las imágenes a las que acompañan, arremetiendo de forma directa contra la implicación y desarrollo melódico, así como contra la complejidad orquestal o las construcciones elaboradas con una no inmediata y plana asociación directa a la forma o fondo de lo narrado. El valor de la música de Gordon será doble pues en los casos que le permitan desarrollar con gracia y convicción las ideas que su maravilloso estilo sinfónico propugna con lamentable escasez para nuestros oídos, como la magnífica “Moby Dick” o la magistral “On the Beach”, sin ninguna duda uno de los grandes trabajos musicales televisivos de la década de los noventa.
Lisa Gerrard por el contrario comulga plenamente, pese a su indiferencia por ello y más bien por cuestión de modas le gusta pensar a este crítico, con los cuadriculados planteamientos musicales de los productores de los films en los que participa desde el éxito de “Gladiator”. Llegado el momento en el que las voces solistas dejen de ser un cliché recurrente en toda partitura que nos llegue con ínfulas populares, la compositora se verá apartada exclusivamente a las líneas experimentales y new age donde ha vivido siempre desarrollando una personalidad propia tan sugerente y fascinante como su voz, creando piezas de tanta belleza como “Duality” en colaboración con Pieter Bourke o su disco en solitario “The Mirror Pool”.
Para la obra que nos ocupa, tanto las más abundante aportación de Gordon, con nítidas líneas orquestales clásicas del género (siniestro piano, cuerda sostenida, lúgubre coro, etc...), como los fragmentos vocales de Gerrard, agónicos y lejanos como llamadas de ultratumba, componen un collage sonoro que recrea con malsana frialdad y precisión la historia del pueblo de Jerusalem Lot. La acertada selección musical del disco incluye un triste lamento para piano de hermosa melodía en precisamente "Jerusalem´s Lot", sobrecogedores pasajes corales en "Straker" o en el impresionante final "Mutans Evae Nomen and The Mansion Burns", así como un apocalíptico crescendo en "Barlow" o el cálido momento de romanticismo de "Eva´s Story". Además debemos unir a todo esto los etéreos, subyugantes cantos de la vocalista de Dead Can Dance, que desde la profundidad, agonía y ambigüedad que transmiten, consiguen que la partitura alcance un grado de angustia y terror contenido sobresaliente, un pulso constante entre el impacto y el susurro resuelto finalmente de forma trágica.
Cabe destacar de forma especial el corte que abre el disco "Salem´s Lot Aria", obra de Lisa Gerrard y Patrick Casssidy, una pieza imponente, de una intensidad y belleza desoladora solo por la cual bien merece la pena adquirir este trabajo. Es innegable que la partitura no inventa ni descubre nada nuevo, pero es una grata sorpresa para los amantes del género y seguidores de sus dos autores, pues ninguno se sentirá defraudado con el gran trabajo realizado por ambos.
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