Manuel Ruiz del Corral
Dispuesto a pasar un rato entretenido, y sin demasiadas expectativas en lo musical, me senté a disfrutar de “Ice Age 2” en una buena sala de cine, y francamente, a los cinco minutos ya empecé a fijarme detenidamente en un score, que entre bofetada y bofetada de los personajes, embellecía el ambiente de la escena y aportaba un dinamismo innegable, sin llegar a ser “demasiado” machacón como en otros casos (véase “Robots” para mi, que me mareé un poco).
Y ésta es la sensación que me queda después de escuchar el CD, un excelente trabajo en construcción y sincronización, muy fresco y agradable. Y además, cosa a valorar en estos días, leit-motivs claros y esbozados en varios momentos, que dan sensación de coherencia.
John Powell demuestra una vez más que es un tipo muy profesional, con mucha visión musical y un talento indiscutible. No obstante empezó en el mundo de la publicidad, donde la exigencia música/segundo es agotadora. Es “Ice Age 2”, en la línea de sus bandas sonoras infantiles, potente y dinámica. Le encuentro a ésta, además, un punto de madurez y versatilidad importante.
A destacar: la orquestación. Exquisita y variada. En estos casos, no sabemos hasta que punto es obra de las indicaciones Powell o del buen hacer de estos señores orquestadores, siempre en la sombra de los grandes nombres, que hacen un trabajo excepcional. La grabación es también brillante, buen hacer de la orquesta y su director, Pete Anthony, una vez más, excelentes profesionales a la sombra de estos grandes nombres.
En cualquier caso, la visión musical y el conjunto de la obra pertenece indiscutiblemente a su creador, y el resultado que nos llega es cuanto menos destacable.
En un suave repaso al CD, empiezo y focalizo en el primer tema, “The Waterpark”, que ambienta una escena jovial de diversión en un parque acuático, resbalones y saltos orquestales por doquier, pero con la sensación de una temática bien desarrollada, por metales y maderas. Celesta, piano, glissandos de metal, pizzicatti… un sinfín de colores orquestales que nos sumergen en el ambiente de lo que será todo el CD, pero con un trasfondo temático estable: leit-motiv de la migración, y el tema de amor entre los mamuts, por ejemplo.
Más pinceladas, y muy bien conseguidas, son los clichés de terror y acción en algunos temas (“Vulture of Doom”, “Foggy Balance”), algún guiño a la música estelar (no sólo por las galaxias) de John Williams (“Migration”, “Elly Gets Trapped”), colores étnicos con aire a Thomas Newman (“Call of the Mamoth”), un pequeño guiño (también estelar) a Gustav Holst y su “Mercurio” (notas iniciales de “Extreme Possum”), otro a “Willy Wonka” (“Mini-Sloths Sing-A-Long”) y ¡hasta gospel! (“Who Will Join Me...”).
Las canciones, también divertidas, funcionan bien en la película. Y un pequeño regalito con la bella pieza de Khatchaturian “Adagio from Spartacus”, opción muy inteligente para la escena que acompaña (que no voy a desvelar).
En fin, al igual que la película, su banda sonora es una experiencia divertida y llena de color que si algo se le puede achacar es en falta de originalidad, no en profesionalidad y terminación. Un buen trabajo.
-Relación música/imagen: 8/10
-Coherencia temática: 7/10
-Variedad: 7/10
-Orquestación: 9/10
-Sonido/Producción: 9/10
-Originalidad: 6/10
-Estimación Global: 7.5
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