Miguel Ángel Ordóñez

La libertad sexual de los 60 tuvo fiel reflejo en el medio cinematográfico con una serie de comedias donde, sin caer en lo explícito, se desarrollaban historias de triángulos amorosos o relaciones de pareja que tenían al dormitorio como escenario de encuentros. Musicalmente, un estilo más ligero introducido por Henry Mancini y secundado entre otros por Neal Hefti, se imponía como forma mas adecuada para tratar infidelidades y osadías matrimoniales que contaban con el añadido de convertirse en ediciones discográficas de óptima venta.

No hubo músico puntero que no se dejara atrapar por una corriente que, estéticamente, suponía el desarrollo del uso de big bands con un estilo tendente al jazz cálido, la introducción de piezas vocales que versionaban los temas principales de la película y una orquestación que potenciaba los instrumentos mas candentes de la paleta orquestal, en una palabra lo que pasó a conocerse como easy listening, o música de escucha agradable, una extrapolación de las técnicas usadas en la música ligera y pop de la época. Jerry Goldsmith (“Take Her She´s Mine”, “The Trouble with Angels”, “Sebastian”), Quincy Jones (“Walk Don´t Run”, “Enter Laughing”), Vic Mizzy (“Don´t Make Waves”, “A Very Special Favour”), Frank De Vol (“Pillow Talk”), son solo unos simples ejemplos de una interminable lista en la que podemos incluir a John Williams y George Duning, compositores de los dos scores que nos ocupan.

No puede decirse que lo mas florido de la carrera de John Williams haya salido, precisamente, de su ramillete de scores compuestos para las comedias atrevidas de los 60. Ni “Penelope”, ni “Bachelor Flat”, “A Guide for the Married Man” o “John Goldfarb, Please Come Home”, encierran claves suficientes de la maestría que, posteriormente, demostraría poseer el compositor de New York, pero sin duda cabe asegurar que son muestra de una elegancia cuanto menos apreciable. Tampoco este “Not With My Wife, You Don´t” traspasa la mera corrección, aunque sin duda contiene suficientes elementos de interés como para recomendar su compra.

Primera de las colaboraciones de Williams con el letrista Johnny Mercer (el gran compañero de viaje de Henry Mancini en sus trabajos para Edwards), a la que seguiría “The Long Goodbye”, en “Not With My Wife…” predominan dos canciones que ejercen de temas principales de la película: la divertida y arreglada para big band “Big Beautiful Ball”, presentada en el “Main Title” y versionada posteriormente bajo la voz del propio Mercer (arreglos realizados únicamente para la edición discográfica); y la elegante y deliciosa “My Inamorata” con un romántico empleo de cuerdas que se presenta tanto en su versión vocal como instrumental.

Junto a ellas, podemos destacar el parisino vals con toques de jazz y arreglos vocales presente en “Hey Julietta”, la rossiniana “Foney Poochini”, divertimento humorístico donde sobresale un empleo de cuerdas y metales tan vivaz como heráldico y la bellísima y estilizada “Arrivederci mondo”, compuesta al estilo italiano con sus inconfundibles notas de guitarra eléctrica.

Por otro lado, algunos temas deudores del pop de la época emergen rutinarios y simples. “Not With My Wife, You Don´t” es una insulsa canción al estilo Beach Boys, mientras las psicodélicas “Trumpet Discoteque” y “Hungarian Jungle Music” acaban desluciendo el conjunto del score.

Con solo 58 años, George Duning parecía afrontar el ocaso de su carrera, que durante los 50 había dado muestras de solidez al margen de su labor predominante de músico de librería. Títulos como “Salomé”, “De aquí a la eternidad”, “El hombre de Laramie”, “Picnic” o “Cowboy”, le confirmarían como uno de los compositores estrellas de la Columbia. La revolución musical de los 60 le arrinconó hacia productos cada vez menos interesantes, iniciando una solvente carrera en el medio televisivo.

Para “Any Wednesday”, Duning compone dos temas que estarán presentes a lo largo de toda la partitura, sufriendo ligeras variaciones, para aplicarlos a los dos hombres que se disputan el amor de Jane Fonda. John Cleeves (Jason Robards) posee un tema dinámico, con elementos de jazz (“Prologue and Main Title”), que Duning presenta desde diferentes perspectivas: sensual (“Split Screens”), romántico (“Pigeon John”) e incluso en tempo bebop desarrollado por guitarra eléctrica (“Frantic John”). Menos interesante, el tema aplicado a Cass Henderson (Dean Jones) es más urgente, predominando aún mas los elementos jazzísticos, componentes expuestos a ligeras improvisaciones (“Frantic Cass”, “Righteous Cass”), para con posterioridad adoptar formas convencionalmente románticas en el agradable y algo añejo “Cass and Ellen”.

Dos interesantes muestras de un género, musicalmente, no siempre reconocido. Sin duda, gran culpa de ello se debe al propio anquilosamiento de sus propuestas y al mimetismo general que invadió estas ligeras composiciones en aquellos años, ya de vino y rosas.