Miguel Ángel Ordóñez
Gracias al éxito de las series de televisión policíacas de finales de los 60 y primeros 70, el cine americano se lustró de infinidad de historias que bordeaban el melodrama y que sacaban partido de rostros populares que habían forjado su nombre en aquellas. George Kennedy poseía una imagen asociada al hombre cotidiano, rudo y grande que le había servido para hacer una larga carrera en el género del Oeste y en el Bélico. Actor secundario en muchas series de televisión, en “Zigzag” da vida a un agente de seguros a quien se le diagnostica un tumor cerebral. Su única preocupación es el futuro de su familia. Para que a su muerte, ésta pueda reclamar una fuerte suma de un seguro, idea un plan para aparecer culpable de un secuestro y homicidio que no ha cometido.
Con una estética claramente setentera, el director Richard A.Colla, colaborador habitual de series como “El virginiano”, “McCloud” o “Ironside”, se mostraba funcional y práctico en su acercamiento a “Zigzag”, un thriller de acción con toques dramáticos que presentado con acabado de telefilme obtuvo una recaudación sólo en Estados Unidos que rebasaba los 85.000 dólares, cifra interesante para un producto medio como este. Discreto éxito que se repetiría a mayor escala con su título mas emblemático, la serie “Battlestar Galactica”, realizada ocho años más tarde.
En el apartado musical, el género policíaco sufrió un total lavado de cara con la aparición de nuevos ritmos y estilos surgidos en la televisión (“Misión Imposible”, “Ironside”...), que trasladándose al cine, tuvieron un mayor desarrollo en la década de los 70. La influencia de Lalo Schifrin o Quincy Jones en este campo, provocó la introducción de una librería musical donde las percusiones y el empleo de soterradas big bands buscaban dar un toque sensual y agresivo a un género situado siempre entre la línea del suspense y la acción sustentada en metales en la época de la edad de oro de los 40 y 50. Filmes que vivían de la noche, de una fotografía marcadamente oscura, frente al nuevo realismo, al contenido explícitamente violento e hiperrealista que emerge en los 60.
Nacido en San Louis, el saxofonista de color Oliver Nelson estudió piano a los seis años y a los once ya formaba parte de la orquesta de Cottie Williams. Niño prodigio, antes de los 20, ya había trabajado en reputadas orquestas de jazz como las de George Hudson y Louis Jordan. Interesado por la composición, en 1961 realiza el que es considerado un disco mítico en los ambientes jazzísticos gracias a su talento para conjugar la improvisación y la experimentación modernista, “The Blues and the Abstract Truth”. El éxito de dicha grabación le permite entrar en contacto con la banda de Quincy Jones, hecho vital en su corta carrera cinematográfica. Posteriormente fundará su propia banda por la que pasaran genios de la talla de Miles Davis.
La amistad con Jones le lleva a probar en el cine dentro del campo televisivo, iniciándose con “El virginiano” e “Ironside”. Su primer filme a la órdenes de Don Siegel (“Death of a Gunfighter”) es áspero e imaginativo, pero no será hasta entrados los 70 cuando su trabajo para “El hombre de los seis millones de dólares” le reportará un mayor reconocimiento. Las duras condiciones a las que fueron sometidos los compositores en el campo televisivo durante esta década (episodios cuya música realizaban en cinco días sin descanso alguno), fue excesivo para Nelson, quien murió de manera prematura a los 43 años cuando componía para un capítulo de la mítica serie.
Su trabajo en “Zigzag” es un claro ejemplo de las técnicas televisivas de la época llevadas al terreno cinematográfico. Jazz, big band, ritmos agresivos contrapunteados por una orquesta de cuerda, forman el imaginario musical de la película. El violento prólogo para bongos que abre la edición (“Main Title”) da paso a un tema central rítmico y nervioso que Nelson modela a través de todo el trabajo, buscando en ocasiones adaptarlo a una estética mas ligera y relajada (“Insurance Office”, “Yes, Your Honor”), cuando no ofrecerlo con gran vigor secundado por las percusiones (“Cartridge”, “The Other Car”) mostrando en este último corte gran habilidad para aplicarlo bajo acordes disonantes revelando el difícil dilema que se cierne sobre el personaje principal.
Junto al mismo, Nelson construye un tema de amor de fuerte tono pastoral entregado básicamente a la cuerda y que nos traslada a un estilo mas prototípico de los 50 (“This Robe is Shot”, “My Maiden Name”).
Pero donde Nelson se muestra mas atractivo es en su acercamiento a los aspectos más psicológicos de la película, a su ámbito menos tangible. En “Insurance Books”, introduce una hipnótica figura herrmanniana que le permite experimentar con el contrapunto entre el piano y los pizzicatos a la cuerda, mientras en “Shotgun Blast” los bongos y la cuerda alimentan tragedia, dramatismo en un ejercicio de medidos crescendos que conviven con un ligero caos experimental donde se mezclan ideas disonantes realmente audaces.
También destacable, el corte “Breakout” nos remite al estilo de Quincy Jones cuando en su segunda mitad una sensual bossa nova emerge recordando “Llamada para un muerto” de Lumet, uno de los trabajos mas desconocidos y admirables del maestro de Chicago. Una muestra mas de la dirección de los pasos de Nelson, más aún tras colaborar como miembro de la big band de otra de las grandes obras de Jones, “The Pawnbroker”.
Acompañando las grabaciones originales de “Zigzag” (un score que no supera los 27 minutos), Film Score Monthly completa el disco con la regrabación y contenido del LP editado en su momento y hace pocos años recuperado en CD por la casa Chapter III, que aporta algunas versiones vocales de los temas centrales de la película a cargo de Bobby Hatfield (la mitad de los Righteous Brothers): “All You Did Was Smile” en lo referente al tema de amor y “I Call Your Name” para el tema principal, junto a un corte original utilizado como source music en el filme, interpretado por Roy Orbison (artista también de la MGM), “Zigzag”.
Mucho mas discutible y obedeciendo solo al ánimo de FSM por presentar ediciones que en su mayoría superen los 70 minutos, el disco se completa con canciones de la cantante Anita O´Day, de las cuales “Did You Call a Cab?” y “On Green Dolphin Street” llevan el sello de Oliver Nelson, la primera como versión vocal de su tema construido para “Zigzag” y la segunda como orquestador de la famosa canción creada por Bronislau Kaper y Ned Washington (perteneciente a la película “La calle del delfín verde” de 1947), interpretada por la artista en una escena desarrollada en un night club.
|