Pablo Nieto
“The World´s Fastest Indian” es la historia de una obsesión, un ejemplo de superación humana, de sueños imposibles hechos realidad. La historia real de Burt Munro, un sexagenario amante de la velocidad, cuya única afición tras su jubilación era reconstruir una vieja motocicleta “india” con el sueño de poder participar alguna vez en el Fin de Semana de la velocidad que se celebraba anualmente en Salt Lake City (Utah).
Un film que nos traslada de la aislada y desconocida Nueva Zelanda en los años sesenta, al país de las oportunidades, Estados Unidos. Allí Munro intentará demostrar a todos los incredulos que le negaron apoyo para formar un equipo, que su sueño es más fuerte que la cruda realidad. Un sueño en el que sólo cree Tom, un niño, que será el único que sea capaz de quitarse la venda y compartir con Burt su arriesgada pero a la postre exitosa aventura.
Dirigida por el director australiano Roger Donaldson y protagonizada por Anthony Hopkins, “The World´s Fastest Indian” es un film que sigue la estela de utópicas epopeyas de soñadores como “Campo de Sueños”, “Rudy” o “Hoosiers”. Una película que seguramente nunca habría pasado de ser un buen telefilm, pero que gracias al buen hacer de sus responsables se ha convertido en una de las cintas revelación del año.
“The World´s Fastest Indian” es la tercera colaboración del músico británico J. Peter Robinson con Donaldson, tras “Cocktail” y “Cadillac Man”. Curiosamente dos films de finales de los 80, y posiblemente dos de los más relevantes de un compositor que nunca ha tenido excesivamente suerte en el campo de la música de cine, limitando su labor a comedias para descerebrados de sorprendente éxito ("El Mundo de Wayne"), cine de terror de baja calidad ("La Nueva Pesadilla", "La Puerta"), sagas acabadas ("Los Inmortales III") o acción descafeinada ("Furia Ciega", "Tormenta de Fuego"). En el campo de la televisión quizás si ha tenido más suerte, destacando su trabajo para “Aquellos Maravillosos Años” o “Historias de la Cripta”.
Su score para “The World´s Fastest Indian” es posiblemente su mejor trabajo hasta le fecha. Una composición asentada sobre variaciones para piano que el compositor compuso de forma improvisada viendo las primeras imágenes del film, y a las que luego dio forma a nivel orquestal, con la ayuda de otros relevantes compositores como Paul Buckmaster o Dennis MacCarthy.
Tomando como referencias scores del estilo de “Life as a House” (Mark Isham) o “American Beauty” (Thomas Newman), Robinson consigue crear una partitura uniforme, sensible y acertada en su conjunción con las imágenes. Un score, que en la edición discográfica del score, de Milan, arranca con la presentación de una bonito melodía para piano (“Burt and Tom”), posteriormente arropada por las cuerdas.
Curioso el contraste con el corte “Bike Shop” (repetido en "Egg Breakfast" entre otros), con ese ritmo sincopado por medio de marimbas, percusiones y guitarras inventado por Thomas Newman para “American Beauty”. Guitarras, que a modo de blues desarrollan un precioso tema en “Burma Shave”.
Continuando con el análisis de los cortes más relevantes, no debemos olvidar la sensible utilización de las cuerdas en “Departure”, el frenético ritmo de “Trial Run”, intensificado en “The World´s Fastest Indian”, con una ponderosa utilización de la orquesta y guitarras eléctricas disonantes que nos introducen en el fragor de la batalla (de la carrera). A modo de epílogo del film y el score tenemos la disfrutable suite de “Back To My Shed”.
Un digno final para un trabajo interesante, de escucha agradable, que aunque en realidad no aporta nada nuevo a la música de cine, al menos si sirve para reivindicar el talento oculto de J. Peter Robinson.
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