Pablo Nieto
Una nave espacial es encontrada a 1000 pies de profundidad bajo el océano Pacífico y la prueba del carbono revela que tiene 400 años de antigüedad. El ejercito norteamericano cree que es un OVNI por lo que un equipo de expertos son enviados rápidamente a la escena. Deberán descender hasta las profundidades del océano para investigar la nave, en la que encontraran una misteriosa esfera con extrañas propiedades…
Detrás de este aparentemente interesante argumento, nos encontramos una de las más aburridas y pretenciosas películas de ciencia ficción de los últimos años. Un film al que no le salva ni el estupendo reparto encabezado por Sharon Stone, Dustin Hoffman y Samuel L. Jackson, ni el nivel de perfección técnica de la fotografía submarina. Si el libro de Michael Crichton ya dejaba mucho que desear, la adaptación cinematográfica es sencillamente irritante. Un híbrido entre “Alien”, “Atmósfera Cero” y “Horizonte Final” que no lleva a ninguna parte.
Barry Levinson, director del film, siempre se ha caracterizado por su exquisito gusto a la hora de elegir los compositores de sus películas. De hecho, en el listado de músicos que han trabajado con él encontramos grandes nombres como Alex North, Bruce Broughton, John Williams, Randy Newman, Ennio Morricone, Hans Zimmer y Christopher Young.
La elección de Elliot Goldenthal para componer la música de ”Sphere” , no podría haber sido más lógica y adecuada, aunque por desgracia totalmente desaprovechada viendo el resultado final del conjunto del proyecto. Aún así, el score del compositor neoyorkino no funciona del todo mal.
Su música para este film es una evolución lógica de su pesadilla musical para “Alien 3”, y un asentamiento de bases de su obra maestra para “Final Fantasy”. Con su habitual estilo semi-apocalíptico en el uso de la orquesta, los crescendos de los metales (como prueba el corte “Pandora Fanfare”), y las fugas, Goldenthal consigue dar cierta credibilidad a la historia.
Especialmente interesantes son los evocadores y al mismo tiempo inquietantes “Main Title”, “Sphere Discovery”, “Wave” o “Andante”. Aquí la música es etérea y contenida. Todo un contraste con los violentos temas de acción que podemos escuchar en “Water Snake”, “Fear Retrieval” o “Manifest”. Aún así, sin duda los cortes “The Gift” (con ciertas reminiscencias al “Eduardo Manostijeras” de Elfman) y el “Terror Adagio”, donde Goldenthal se muestra en estado puro, son los pasajes más apreciables de esta pesadilla alienígena submarina.
Es “Sphere” un trabajo que sin ser el más representativo y brillante de su carrera, demuestra la profesionalidad y talento de un compositor que rara vez a lo largo de su carrera ha hecho algo poco convencional o intrascendente.
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