Ignacio Garrido
Muchos aficionados seguimos defendiendo la época americana de Georges Delerue como la más brillante de toda su carrera. La depuración de su maravilloso estilo romántico alcanzó durante este periodo una gloriosa perfección, donde tenían cabida tanto las melodías más ensoñadoras imaginables como una soberbia orquestación enriquecida por años de experiencia, que culminaron en muchas de las mejores composiciones de toda su filmografía. Pero sobre todo donde acabaría por culminar su maestría Delerue sería en su aplicación de la música a las imágenes, desde las que su profundidad emocional atravesaba la pantalla alcanzando la sensibilidad del espectador e hiriendo maravillosamente y para siempre la del aficionado a las bandas sonoras.
No solo para films americanos aportaría el maestro de las melodías su genio e inspiración, pero este extraño y oscuro film “The Escape Artist” dirigido en 1980 por Caleb Deschanel bajo los auspicios de Coppola y la American Zoetrope, pertenece a ese periodo mágico de creación. Delerue compuso y grabó la partitura al año siguiente y debido al batacazo de la productora se acabó estrenando de forma muy limitada y con escaso éxito en 1982. En cualquier caso de esta cinta lo que acabaría perdurado en la memoria fílmica sería el exquisito trabajo del compositor francés, toda una joya perdida de la que hasta la fecha de esta edición solo podíamos disfrutar de una suite en las míticas grabaciones del propio Delerue, las London Sessions.
Ahora de la mano de la casa precepto, nos llega la edición completa y definitiva de este maravilloso trabajo, que llenará un hueco importante en la discografía del compositor y en el corazón de los aficionados a su música de cine. El score apenas dura poco más de 35 minutos, pero su inteligentísimo uso y delicado desarrollo es toda una muestra de emoción y sentimiento musical. Se complementa con la música diegética compuesta por Delerue para el film y un par de bonus tracks en forma de temas alternativos y demos a piano de la mano del propio compositor, que han sido rescatados para la ocasión con algo menor de calidad de sonido que el resto de la música. El mejor de estos sin ninguna duda es la fantástica versión alternativa de “Harry Masters”, acertadamente incluida pese al deficiente estado de conservación de la pieza.
La base de la composición es una bellísima melodía que hace su aparición en los “Main Titles” como salida de una caja de música, evocando maravillosamente toda la magia e ilusión del film. Este tema se desarrollará de forma romántica en otros momentos como en “Picking Up Sandra”, aunque también hará su aparición en la partitura un segundo tema casi con mayor protagonismo que el central, dedicado a los recuerdos del protagonista hacia su padre (el protagonista es un chico con vocación por la magia que perdió a su padre cuando este murió intentando realizar una fuga imposible en un tanque de agua y que intenta seguir sus pasos en el mundo del ilusionismo) mucho más melancólico y trágico que el primero. Esta melodía aparecerá en “Getting Ready For The Big Time” y luego se desarrollara de forma desesperada en “Stu Chases Danny” donde se ejecutará su mejor variación fusionándose, en la escena cumbre del filme, al tema central en el corte “The Secret Revealed / Levitation”. Sin embargo, Delerue construye también excelentes pasajes de tensión y suspense para cuerda como “The Water Tank” o “Fritz Threatens Danny”, aunque destaca en especial la angustia musical desarrollada y contenida en el corte “Opening the Safe”, donde sutilmente el compositor eleva la intensidad de la escena casi de forma imperceptible, pero logrando el efecto requerido a la perfección con los elementos más sencillos.
Igualmente tenemos algún rítmico momento con orquestación jazzística como “Danny´s Arrival” o elegante música de cocktail en un par de cortes, en cuyo sonido atemporal y característico se puede apreciar la firma del maestro en el piano, destacando el extenso “Ted´s Rancho” como el mejor ejemplo de su virtuosismo en estas lides. No obstante lo que acaba fascinando de este trabajo es el derroche de intenso lirismo, hermosura y delicadeza de las que hace gala Delerue en el desarrollo final de su maravillosa melodía central en el corte “The Mailbox / End Credits”, sin duda alguna, uno de esos pasajes que llenan el alma y por los que su autor siempre será recordado.
Hay muchos compositores capaces de crear bandas sonoras e inspirados temas principales para ellas, incluso no una sino varios temas para una partitura, pero solo el genio de un artista como Delerue era capaz de expresar tanto con unas melodías tan indescriptiblemente bellas, tan poéticamente profundas y enriquecedoras, llenas de sentimiento y pasión. Aquí con los mismos elementos con los que muchos otros compositores crean mediocres bandas sonoras, pero con infinita más inspiración y genialidad, compuso una joya de la música de cine que rebasa con creces las emociones que el film sugiere, llegando más lejos, llevándonos a un mundo increíble, mágico, elevándonos a un plano superior del disfrute auditivo. No hay discusión posible sobre la enorme calidad que Delerue vertía en trabajos tan ricos y cuidados como este, al igual que tampoco se puede negar que con su talento y dicha calidad engrandeció la música de cine a un nivel mucho más importante que el que supuestos musicólogos y críticos seguían otorgándole. Georges Delerue uno de los más grandes compositores para cine que la historia ha dado.
Mención aparte merece la edición discográfica de esta maravillosa banda sonora, probablemente la mejor del año 2005. Su responsable, la casa Precepto, podría fácilmente cambiarse el nombre por el de “Perfecto”, pues el virtuosismo de la edición es intachable. Las notas, fotografías, datos, información, grafismo, etc… absolutamente todo es digno de elogio con un acabado inmejorable, y pese a la deficiente calidad de sonido de los bonus tracks (al estar sacados de unas cintas particulares parece comprensible), en conjunto se trata de la mejor re-edición en cd de una partitura de la temporada. Sin duda se debieron plantear el desafío de realizar la mejor edición posible de esta partitura, consiguiéndolo de pleno. El cariño por la música de cine y la profesionalidad que los responsables de esta casa demuestran solo nos hace cuestionar por qué no editan muchos más trabajos como este de esta misma forma, pues el éxito que merecen alcanzar con ello es absoluto.
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