David Serna
Poseedor de una filmografía como director que se puede contar con los dedos de una mano (cinco títulos en un período de 20 años), James L. Brooks siempre ha puesto un enorme cuidado en el más mínimo detalle de sus producciones. Su perfeccionismo y habilidad para manejar proyectos de toda índole (lleva escribiendo guiones 45 años y produciendo tres décadas) se ha traducido en éxitos televisivos como “The Simpsons”, comedias agridulces tan ejemplarmente escritas e interpretadas como “Terms of Endearment” o “As Good As It Gets”, y un rosario de estatuillas y nominaciones a los Oscar, donde sobresalen los cinco Oscar que obtuvo la primera (en las categorías más importantes: película, director, guión, actriz y actor secundario) y las dos estatuillas que ganaron Jack Nicholson y Helen Hunt por la segunda. Filmada entre ambos títulos, “Broadcast News” recibió siete candidaturas a los Oscar de 1987 que se quedaron solamente en eso. Pero es indudable que el futuro director de “Spanglish” consiguió otra de sus comedias románticas repletas de virtudes, con diálogos soberbios y unos magníficos actores para darles vida: Holly Hunter (Jane Craig), William Hurt (Tom Grunick) y Albert Brooks (Aaron Altman), tres ambiciosos profesionales cuyo trabajo para una cadena de televisión estadounidense deja al descubierto sus diferencias y afinidades y configura, a la postre, un triángulo amoroso de difícil solución.
La memorable música que Michael Gore escribió para “Terms of Endearment”, con un tema principal sencillamente extraordinario, dejó a la vista la implicación de Brooks en el apartado musical y puso el listón quizá demasiado alto a la hora de buscar al compositor de “Broadcast News”. Escoger a Bill Conti, por mucho que su trabajo final no resista comparación con la partitura de Gore, garantizaba un mínimo de calidad y resultaba hasta lógico teniendo en cuenta la temática del filme y la enorme experiencia de Conti en el terreno televisivo, pues a él se deben algunas de las partituras y sintonías más famosas del medio, como “North and South”, “Falcon Crest”, “Dynasty” o “The Colbys”. Metido en su salsa, Conti podía jugar a ambas bazas (la cinematográfica y la televisiva) e intentar sobrepasar, de alguna manera, la baja calidad de los proyectos que le ofrecían por aquellos años, viéndose obligado a hacer “de sí mismo” con las inevitables continuaciones de “Rocky” o “The Karate Kid”. Afortunadamente, el músico siempre ha ido muy por delante de los filmes donde ha trabajado manifestando un estilo propio y una energía que sobrepasa, con creces, la mediocridad de algunos compositores mejor considerados que él o, directamente, más solicitados por los estudios. Y “Broadcast News”, sin ser un trabajo brillante, resulta muy preferible a la mayoría de partituras escritas para el género cómico-sentimental, donde es fácil caer en los tópicos y limitarse a seguir los romances sin una gran implicación, en parte debido a la retahíla de canciones que suelen empañar la música original sin dejar respiro a la labor del compositor.
La inteligencia y creatividad de Brooks hizo posible que la música de “Broadcast News” quedase libre de canciones añadidas para aumentar su comercialidad. Sin embargo, no sucedió lo mismo con la partitura de Conti, quien prácticamente no pudo más que seguir los clichés del género al componer para lo que él denomina, en las notas de la edición discográfica, “a talkie”, esto es, una película mayoritariamente hablada y en la que el músico apenas tiene espacio donde desenvolverse. Lo que siempre han sido, para un compositor, los grandes inconvenientes de cualquier comedia romántica (la necesidad de hacer variaciones de una melodía principal y estar sujeto tanto a la abundancia de diálogo como a la cotidianeidad de las acciones de los personajes) acaban limitando las posibilidades de Conti hasta el punto de optar por la mejor solución posible: hacer “lo mismo de siempre” pero con el oficio de un auténtico profesional. Así las cosas, Conti se pone sentimental cuando la acción lo requiere (siguiendo la primera indicación de Brooks, quien le pidió que le hiciese llorar) y resuelve el grueso de la banda sonora de manera muy funcional, con una orquesta reducida en la que el piano y las cuerdas lideran la orquestación transmitiendo, con enorme sencillez, esa vitalidad y optimismo tan característicos del autor de “Rocky”, muy cercano a las instrumentaciones de Elmer Bernstein en comedias como “The Cemetery Club”, “Frankie Starlight” o “Keeping the Faith”.
Las primeras notas de la partitura ya definen ese tono de comedia ligera acompañando a los personajes de Holly Hunter y William Hurt cuando, siendo pequeños, comienzan a exhibir la fuerte personalidad que les marcará de mayores. Introducido por un crescendo de sintetizadores (como mandaban las modas de la época) y coincidiendo con la aparición del título del filme en pantalla, Conti desarrolla a piano el tema principal sobre una base de cuerdas y sintetizadores (como sucedía en “Terms of Endearment”) sin recrearse excesivamente en la melodía, utilizando la música, durante las primeras escenas y en otras muchas ocasiones, para subrayar secuencias muy breves que quedarían demasiado “silenciosas” sin partitura, lo que acaba configurando un disco repleto de temas pero demasiado cortos en duración. De los 44 cortes que recoge el compacto limitado de Varèse Sarabande, 34 no alcanzan los dos minutos de duración y nueve de ellos ni siquiera llegan al minuto, lo que refleja perfectamente la parca aplicación de la música y su condición, como decía el compositor, de mero acompañamiento de una “talkie”. En cualquiera de los casos, sus 68 minutos de duración (que incluyen 13 temas alternativos) y el interés de Conti por ofrecer un elegante envoltorio a la película aportan bastante más de lo que pudiera esperarse.
En vez de utilizar la melodía principal para describir el romance entre los protagonistas, Conti acude a ella indistintamente para subrayar, en un sentido más general, la dura profesión que les une (en “Main Title”, “Phone Call”, “The Special Report”, “Tailor Made” y “Correspondents Dinner”), cambiando la instrumentación según el tono de la escena o incluso desarrollando únicamente su base de cuerdas (en “Tom and Jane” y “Airport”) como hacía Michael Gore con el tema de “Terms of Endearment”, en una línea que tampoco resultará muy diferente de las cálidas partituras de Hans Zimmer para “I’ll Do Anything”, “As Good As It Gets” y “Spanglish”. El único leit-motiv que parece asomar durante la composición, una melodía de carácter juguetón, acompaña a Tom cuando es pequeño, al inicio del filme (“Young Tom”), y ya después, cuando comienza a posicionarse como presentador de los informativos (“Tom´s Rise”). Por lo demás, Conti despliega un abanico de breves y agradables melodías siempre que la acción se lo permite (“Post-Report Celebration”, “Airport” o “Gazebo”), se vuelve más intenso cuando la ayudante de Jane corre desesperadamente para que una cinta de vídeo llegue a tiempo de emitirse (“Blair´s Run”) o acentúa el dramatismo durante la secuencia de los despidos en la cadena de televisión (“The Firings Begin”), sin utilizar leit-motivs o temas para las relaciones entre el trío protagonista, cosa que no acabó de convencer a James L. Brooks y provocó que su amigo Michael Gore, a petición del director, se encargara de revisar el trabajo de Conti y aportara alguna solución.
Tras 40 sesiones de grabación y dos horas y media de material, Gore añadió al trabajo de Conti un breve tema de amor para Tom y Jane que puede considerarse el segundo tema principal de la partitura, en tanto que aparece en momentos especialmente significativos para su relación y en secuencias donde la música empieza a cobrar protagonismo antes de arribar al desenlace (“Jefferson Memorial”, “Jane Calls Tom”, “Firings” y “The Kiss”). Al trabajo de Gore, se añade la inclusión de un tema compuesto por Michel Cimilo (“News Theme Ballad”) y que, en la película, aparece cuando dos jóvenes músicos (uno de ellos, el mismísimo Marc Shaiman con 27 años de edad) intentan vender una sintonía a la cadena de televisión e interpretan el tema, para asombro de quienes les escuchan, a dos voces y sin ningún instrumento. El compacto de Varèse, aunque no recoge esta peculiar versión para “completistas” de Shaiman, sí contiene otras muchas curiosidades, como la sintonía que Conti compone para los informativos de la cadena (“Old News Theme”), los temas que suenan diegéticamente en fiestas y reuniones (“Piano One”, “Italian Embassy” o “Dinner Dance”) y una serie de bonus tracks donde viene el “Jefferson Memorial” en la versión original de Conti, en una cuidada edición con la que Varèse Sarabande, tras la aparición en el mercado de la esperadísima “Escape to Victory” por parte de Prometheus o de “F.I.S.T.” y “Slow Dancing in the Big City” a cargo de la propia Varèse, extiende el legado de Bill Conti y comienza a situarlo a la altura que se merece.
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