Pablo Nieto
A perro flaco todo son pulgas, y si no que se lo digan a Christopher Young, que en el lapso de 15 días vio cómo el trabajo de seis meses era humillantemente rechazado. Hablamos de sus scores para “Ask the Dust” y “An Unfinished Life”. Éste último especialmente doloroso y decepcionante para todos los aficionados que esperábamos con emoción la nueva colaboración del compositor con Lasse Hallström, tras la inconmensurable “The Shipping News”, sin duda uno de los mejores trabajos de ambos.
La salida de Young de este proyecto tiene unos claros culpables: los hermanos Weinstein. Su leyenda de tiranos sigue aumentado, y la verdad es que es una lástima que haya sido a costa de Young. “An Unfinished Life” tenía todos los ingredientes para apostar por Chris para los grandes premios este año. Un film muy ambicioso, protagonizado por Robert Redford, Morgan Freeman y Jennifer López, y ambientado en la América rural. Una historia de conflictos familiares, con el ya habitual acaramelado toque de Hallström. Un film que prometía, pero que se ha convertido en un nuevo fiasco de la Miramax, tan pretencioso como decepcionante.
Musicalmente hablando, los productores contrataron a prisa y corriendo a la joven y prometedora Deborah Lurie. Compositora protegida por John Ottman, con quien ha colaborado en sus últimos trabajos, orquestando, escribiendo música adicional y hasta cantando (léase “El escondite”). Eso sí, mucho talento que en esta ocasión parece haberse limitado a imitar temp tracks de obras de Thomas Newman, como “El hombre que susurraba a los caballos” o “Camino a la perdición”. Aunque la presencia de los Newman en este trabajo, va más allá de Tommy: ahí nos encontramos al pujante Joey Newman, encargado de orquestar y “condimentar” bien la música de Lurie…
Las bases generales del score son presentadas en los “Main Title”. Aquí el aire folk de la música, el protagonismo de instrumentos solistas como guitarras, piano y violines, arropados por una etérea masa orquestal de cuerdas son los principales rasgos característicos de la música; sin olvidar, eso sí, la gran sensibilidad melódica que demuestra Lurie con la melodía sobre la que se cimenta el tema central, y que será repetida hasta la saciedad durante los otros 23 que conforman el disco editado por Varése. Música muy bonita, muy ambiental, muy campestre, pero excesivamente repetitiva, y poco personal. Contenida y contemporizadora, sólo apasionada en momentos puntuales como el crescendo orquestal de los “End Titles”.
Hablábamos antes del toque Newman, pero no nos olvidemos del aire melódico a lo Rachel Portman (otrora colaboradora habitual de Hallström), y por qué no, de las cuerdas de Christopher Young en “Premonición” (algunas de sus piezas escritas para el film se mantienen y no han sido completamente reemplazadas por Lurie).
Esa linealidad buscada es la que nos impide destacar los cortes principales, y quizás debido a los precedentes de otros autores, estemos construyendo una crítica sobre algo que posiblemente debiera ser destacado como la principal virtud de esta partitura: su homogeneidad. La música es tremendamente compacta, y a buen seguro que los habrá que disfruten con este new age-folk inventado por Newman, e imitado por otros. Seguro que también los hay que aprecian y mucho la calidad y sensibilidad de la música, en su escucha aislada. Sin embargo, también somos muchos los que pensamos que el score de Christopher Young, un verdadero artista de la música de cine, habría aportado mucho más, y sobretodo, habría tenido más personalidad.
El que pone el dinero elige, y no, no hablo de los productores que ante las críticas negativas a un film en los pases previos, deciden señalar siempre como a uno de los culpables al compositor de cine. El que pone el dinero es el aficionado al cine o la música de cine, y muchos (la gran mayoría) ya están cansados de las arbitrariedades comerciales que acaban con Obras Maestras como “Más allá de los sueños” (Morricone), “Troya” (Yared) y otras que aún no sabemos si lo serán, pero que esperemos puedan serlo como “Gangs of New York” (Bernstein), “Hulk” (Danna) y “King Kong” (Shore).
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