Miguel Ángel Ordóñez
Hace nueve años una partitura no editada se convirtió en uno de los discos más demandados por los aficionados. De boca en boca, una película de intenciones claramente comerciales y escasa valía formaba un revuelo entre los fans de la banda sonora gracias a un score épico con un tema central arrolladoramente retentivo, silbable con solo una audición. Años más tarde la edición de un bootleg que incluía una suite de cinco minutos mal editados y con ruidos de fondo provocaba una reacción similar, convirtiéndose en uno de los principales valuartes de su estimable venta. Hablamos de “Loch Ness” y de Trevor Jones.
El compositor sudafricano nunca ha mostrado un especial interés por la venta de sus scores. Enterado de la ausencia en el mercado de su trabajo para este filme sobre el monstruo mas famoso del mundo decidió mover los hilos para una futura edición. Perseverance Records cogió el testigo, pero el lanzamiento del disco se ha rodeado del mismo suspense e incertidumbre que rodea la propia figura de Nessie. La intención de la discográfica de lanzar al mercado una edición limitada echó para atrás al compositor que se negó a su difusión en estas condiciones. Al final primó el interés de la Perseverance que ha anunciado ante la rápida venta de los 1.000 ejemplares lanzados, una segunda edición del mismo número.
Ante todo, el score de Jones es de esos que se escuchan con una sonrisa en la boca recordando tiempos pretéritos donde la melodía era el epicentro básico en un género como el de la aventura familiar, gracias a la dosificación de un motivo central pegadizo y majestuoso y una cohorte de motivos secundarios gentiles y dulces. Sobre esta base Jones introduce una instrumentación folk, predominantemente escocesa, que contribuye a que “Loch Ness” sea un producto de muy atractiva audición.
El memorable tema central se presenta en el corte que abre la edición, “Main Title”, tras un breve prólogo misterioso introducido por el arpa y con una ambientación similar a la realizada por el compositor en su celebérrima “The Dark Cristal”. Grandilocuente y majestuoso, este simple motivo de cinco notas se presenta de manera emocionante y dramática. Un tema que asocia la búsqueda obsesiva del personaje central, Dempsey (Ted Danson) a la figura de Nessie, el mítico habitante de las aguas del Lago Ness. Esa asociación singular se aprecia claramente en el corte que presenta a Dempsey, donde el tema emerge dulce y gentil (“Dempsey Arrives in Scotland”). A partir de aquí el motivo central ilustra una buena porción de cortes donde sutilmente Jones recuerda el leit motiv de la historia, lo que realmente mueve a Dempsey, dentro de una trama que deriva hacia posturas especulativas y a la introducción del elemento amoroso de rigor.
La localización de la historia no pasa desapercibida en cortes donde el autor de “El último mohicano” homenajea a las verdes Highlands, empleando flautas, gaitas, percusión, violín y acordeón. El brevísimo “Introducing the Locals” y “The Fight” no son únicos ejemplos de lo expuesto, ya que esta instrumentación se abraza al amenazante empleo del tema central, que funciona como contrapunto, en el corte optimista y aventurero “The Expedition Prepares”, o a un sorprendente saxo que sobre base rítmica presenta la ilusión frente al desencanto con el que termina la pieza fruto del resultado negativo de la pista seguida que conduce al monstruo en “Dempsey Dispels the Myth”.
Parece que a Jones le interesa presentar esta epopeya con una estructura operística de tres actos. Mientras en el primero se presenta la aventura, la emoción de los preparativos, la localización geográfica de la historia, en el segundo acto afloran los componentes sentimentales de la trama. El acercamiento de Dempsey a Isobel, la afinidad de ambos obtiene como resultado el abrazo de los motivos asociados a cada uno de ellos (“Nice Eyes”, “You´ll Be Leaving in the AM”, “A Present for Mr.Dempsey”).
Tras la inquietud y la fiereza orquestal de “We´re Going Out Again”, el tercer acto apela a la resolución de la historia, al encuentro con el dócil monstruo que se presenta bajo acordes llenos de misticismo en un motivo denso y minimalista que desencadena en una exposición majestuosa del tema central con notas muy agudas en la cuerda (“Nessie”). Desde este momento el motivo principal se apodera del resto de la partitura, con uso de flauta y unido a una bella melodía asociada a su casera en “Laura and Dempsey Argue”, insinuada en las trompas en la maravillosa fuga victoriana presentada en “London” o como broche final con la rendición del tema con notas altas al violín en “Where´s Waldo?”. La necesidad de dar una solución a la trama amorosa provoca la inclusión de un último corte, “Return to the Highlands”, donde la canción que en el film interpretaba Rod Stewart (junto a Sean Connery, el escocés mas famoso) es sustituida por una voz no acreditada en la edición de Perseverance.
Respecto a este punto cabe decir que “Loch Ness” hubiera merecido una edición más cuidada. Con una estética floja y presentado en edición limitada nadie debería perderse la maravillosa partitura de Jones, porque a pesar de su descuidado aspecto formal (las notas incluidas en el libreto carecen de suficiente interés), lo importante en estos casos es el contenido…..y éste es de primera.
|