José-Vidal Rodriguez
Como respuesta al liderazgo de Hollywood en cuanto a adaptaciones cinematográficas de cómics se refiere, Francia lleva tiempo despilfarrando dinero para reivindicar sus propias versiones al celuloide de sus más conocidas publicaciones. Aunque ya “Tintín” tuviera su serie de películas allá por finales de los 60, fue “Asterix contra El César” el filme que encendió la luz de las ideas a los guionistas del país vecino, encontrando un nuevo filón argumental por explotar y aprovechar así los enormes medios económicos con los que se maneja últimamente el cine francés.
Ahora le llega el turno a “Lucky Luke”, el pistolero impávido cazador de recompensas nacido en 1946 de la pluma de Morris. Como protagonistas absolutas de la trama, las continuas patochadas de la banda de forajidos más ridícula del far west, los “hermanos Dalton”, aleccionados esta vez por su “entrañable” madre y cuyas mil y una perrerías intentará evitar el bueno de Luke, sin la ayuda de la espada láser de su homónimo galáctico, sino con su flamante revólver Colt.
El personaje, muy conocido en Francia y del que se llegó a rodar una serie de dibujos animados emitida con cierto éxito en nuestro país, es ahora interpretado en carne y hueso por el actor Til Schweiger, en un filme sin pies ni cabeza, estúpido divertimento pseudo-hollywodiense plagado de situaciones disparatadas y gags de lo más previsibles. Como curiosidad, destacar la presencia en el reparto de ese freak ibérico llamado Javivi, al ser el filme una coproducción hispano-francoalemana rodada en parte en Almería.
Se encarga del apartado musical de “Les Dalton” el compositor Alexandre Azaria, un joven autor no excesivamente conocido por estos lares salvo por su sugerente “Fanfan La Tulipe”, aquel filme de época protagonizado por Vincent Pérez y Penélope Cruz. Ambas obras, salvando las distancias temáticas, son en cierta medida similares, trabajos orquestales clásicos repletos de temas trepidantes y rebosantes de aventura. E igualmente en ambos, Azaria continua esa funcionalidad musical “yanqui” con la que últimamente los músicos galos encuentran una puerta abierta al cine americano (véase la agenda tan ocupada de Alexandre Desplat). De hecho, esto podría explicar la extraña circunstancia de que determinadas pistas del CD aparezcan tituladas en inglés pese a tratarse de una edición francesa.
La partitura arranca, como no podía ser menos, con una contundente marcha central de acabado típico del oeste, “Dalton Parade“, motivo sinfónico al más puro estilo Bernstein con los metales entonando la melodía principal (algo facilona pero muy eficaz) tras una agradable introducción a cuerdas. El ritmo y las potentes orquestaciones del leitmotiv propician esa apariencia tan bersteiniana, aun cuando la fanfarria inicial a trompas comparta ciertos acordes con el “Silverado” de Bruce Broughton.
Con este tema apareciendo en los momentos pretendidamente épicos del filme (“Arrivee au Village”), el compositor desarrolla motivos secundarios para el resto de personajes, más sugerentes incluso que dicha marcha central. Es curioso comprobar como algunos de ellos esconden simpáticas referencias (que no plagios) a partituras de otros autores, y no por casualidad, sino probablemente como forma de enfatizar el carácter paródico del filme. Así “El Tarlo”, el mejicano encarnado por Javivi, tiene su traducción musical en un magnífico arranque de música flamenca, de innegable parecido con el trabajo de Horner para “La Máscara del Zorro”. En “McDermott”, Azaria presenta un delicado tema a cuerdas que desembocará en una sinuosa melodía descriptiva muy tributaria del estilo Schifrin, eso sí, en su versión más sinfónica. Y es en el corte “La Diligence” en donde escucharemos la parte musical más vibrante del disco, dos minutos de frenética acción a lo Goldsmith con el recurso del staccato y la percusión golpeando de manera incesante al oyente.
“Les Dalton” es un trabajo ciertamente fresco e interesante. La obra es tan rica en matices que el autor se permite incluso el lujo de obsequiarnos con una melodía romántica de acabado prácticamente años 50, incluida tras un trepidante tour de force orquestal, en el “Une Journee dans l´Ouest”. Asimismo, teniendo en cuenta que la trama del filme se sitúa en Méjico, no faltan los temas de clara referencia geográfíca reunidos en la “Suite Mexicaine”. Un pasaje muy sugerente, que comienza con una simpática rendición del motivo central con arreglos de banjos, para después tornar en una breve pero preciosa melodía “mariachi”, cerrándose la suite con otra versión del tema principal en donde la armónica toma esta vez el protagonismo.
Pero mientras el material escrito ex profeso para el filme cumple sobradamente con su función de acompañamiento musical, no puede decirse lo mismo de los restantes temas no originales contenidos en el CD. En efecto, intercaladas en la partitura aparecen melodías cuya inclusión resulta cuanto menos sorprendente, tratándose en este caso de un western -aún cómico-, por el anacronismo y falta de consistencia que en último término provocan respecto del score incidental. No en vano, el trabajo de Azaria se ve deslucido en su edición discográfica por esa irritante manía de incluir source music que poco o nada tiene que ver con la temática del filme.
El uso de los temas de Morricone para los spaghetti westerns “Mi Nombre es Nadie” y “Por un Puñado de Dólares” puede resultar hasta cierto punto lógico. Sin embargo, el hecho de que suenen dos fragmentos del “Carmen” de Bizet, o el “Peter Gunn Theme” y el “The Big Blow Out” de “Desayuno con Diamantes”, por otra parte inolvidables trabajos de Mancini, no puede sino entenderse como una intención clara de marketing por colocar la banda sonora en un mercado comercial más amplio -aún cuando estos cortes aparezcan efectivamente en el filme-, además de una irrespetuosa forma de paliar la excesiva brevedad de la partitura original (la música orquestal no llega a los 25 minutos).
En definitiva, polémicas discográficas aparte, el score de Azaria se erige por méritos propios en lo mejor del filme, un trabajo ciertamente inspirado que no hace sino confirmar al compositor francés como un nuevo músico a tener en cuenta para trabajos venideros.
|