Pablo Nieto
Los años 70, no fueron especialmente memorables en la carrera de Elmer Bernstein. Recién entrado en la cinquentena, y justo después de alcanzar el cielo durante los 60, con obras maestras como "Los siete magníficos", "Verano y humo", "La gran evasión", "Matar a un ruiseñor", "La gata negra" o "Los cuatro hijos de Katie Elder", su carrera parecía entrar en barrena. Su producción se había reducido drasticamente, y casi siempre limitada a films irrelevantes de sonados fracasos comerciales. Sin embargo, dos jóvenes que habían crecido tarareando las partituras de Bernstein, y que comenzaban a dar sus primeros pasos en la industria cinematográfica, soñaban con el Maestro neoyorquino para escribir la música de sus películas. Hablamos de John Landis e Ivan Reitman. Ambos llevaban un tiempo trabajando en una comedia llamada "Desmadre a la Americana". Una película que a la postre revolucionaría todos los convencionalismos del género, introduciendo una serie de clichés y parámetros repetidos hasta la saciedad durante los años 80. Humor escatológico, interpretaciones deshinibidas y el sexo y las chicas como elemento clave de todas las historias, con independencia de la ambientación y la temática de las mismas.
Que el compositor de "Los Diez Mandamientos", fuera el mismo de estas películas tiene también su gracia, pero que nadie lo vea como una anécdota o un capricho de los responsables del film. Aún adaptándose a la propia dinámica del film, creando composiciones desenfadadas, lo que se buscaba con Bernstein era el contraste entre partituras sinfónicas de marcado carácter clásico y las inclasificables secuencias a las que acompañaban.
"Desmadre a la American" fue dirigida por Landis y producida por Reitman. Tras este film cada uno siguió su propia vía... pero siempre con Bernstein. En el caso de Landis films como "Un hombre-lobo americano en Londres", "Entre pillos anda el juego", "Los Blues Brothers", "Espías como nosotros", "Tres amigos" y hasta el videoclip de Michael Jackson "Thriller". Con Reitman, el compositor trabajaría en "Peligrosamente juntos", "Los Cazafantasmas", "Los incorregibles Albóndigas" y "El Pelotón Chiflado", el film que ahora nos ocupa.
Protagonizada por los grandes "cracks" de la comedia americana como Bill Murray, Harold Ramis (futuros cazafantasmas), John Larroquette, John Candy, Warren Oates y John Diehl, todos ellos arropados por la sensual presencia de Sean Young, Reitman consigue una de sus mejores y más divertidas películas con este pelotón chiflado... y que tiene como punto de partida la historia de John Winger (Murray), que un buen día tras perder su trabajo, su apartamento, su trabajo y a su chica, decide apuntarse al ejercito, acompañado de su mejor amigo, Russell Ziskey (Ramis). Allí, junto a toda una generación de perdedores e impresentables especímenes de la juventud americana, asistiremos a un antológico adiestramiento, aderezado con inolvidables y caóticos episodios de juergas, bromas pesadas y desafíos a la autoridad. Sin embargo, el sueño americano de superación y éxito también será tratado en este film, cuando el grupo es enviado a una misión especial para anular una peligrosa arma secreta...
Elmer Bernstein escribió para este film uno de sus temas más recordados, la famosa marcha "Stripes". De aire bufonesco y paródico de la grandes marchas militares americanas, con este tema Elmer consiguió captar a la perfección el espíritu del inclasificable pelotón de reclutas. Sin duda, un retentivo leit motiv desarrollado con profusión a lo largo de toda la película, como lo demuestran cortes como "Training" o "Italy", sin olvidar por supuesto los títulos de créditos iniciales y finales. Un tema que como ocurre en el divertido "Hair Cuts", compartirá protagonismo con el tema de Winger. Un motivo secundario consistente en una melodía de jazz suave interpretada por piano, que será presentada en el corte que le da nombre "Winger", y desarrollada en otros como "Depression", con contrapunto de saxo.
En cortes como "Cops" o "Home", Bernstein introduce una preciosa melodía marca de la casa, de aire romántico, asociada a la relación entre Winger y Louise (Sean Young).
La influencia del tema central, es alargada, y así tanto en estructura como orquestación es imitado a la hora de desarrollar temas de acción más descriptivos como "Missing", "Captured" o "Into the Fire". Será también un referente de la marcha triunfal: "Graduation March", que actúa en el film a modo de música diegética.
"El Pelotón Chiflado" ha sido un score que durante años se ha movido por los círculos del coleccionismo privado (y pirata) a modo de bootleg. Ha tenido que ser Varèse quien lo haya blanqueado, mediante esta edición oficial que de todos modos sólo aporta remasterización del sonido y un bonus track, consistente en la música del trailer.
La labor de Elmer Bernstein en este tipo de producciones, fue entendida por muchos como una forma de rebajarse, como un borrón en su carrera. Sin embargo la realidad es bien diferente, y es que gracias a films como "Los Cazafantasmas", "El Pelotón Chiflado" o "Aterriza como Puedas" (donde entraban en acción los hermanos Zucker y Jim Abrahams), Bernstein consiguió que su nombre volviera a sonar con fuerza entre las nuevas generaciones de aficionados, la mayoría de ellos jovenes que iban al cine sin más ambición que echarse unas risas, y que acababan tarareando las melodías de esas películas supuestamente tan intrascendentes.
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