Ignacio Garrido
Cuando la estrella de Basil Poledouris se fue apagando, relegada a proyectos secundarios y de escasa repercusión comercial, en los albores del siglo XXI, aun se podía saborear en las pequeñas aportaciones finales de su catálogo el buen hacer de un talento perenne en cuanto a su forma de entender y componer música para el cine. Participando en cintas de dudosa calidad o, directamente, mínimo empaque cinematográfico (recordemos las lamentables "Cecil B. Demente" o "Cocodrilo Dundee en Los Angeles"), el autor de "Conan" todavía se mostraba convencido de la capacidad expresiva y posibilidades narrativas de la banda sonora para con la entidad fílmica acompañada. Una convicción que denotaba la profesionalidad e insobornable actitud de uno de los nombres más queridos y recordados de la disciplina.
A este pequeño reducto de obras menores pero totalmente disfrutables se adscribe por completo "The Touch", cinta coreana de aventuras con Michelle Yeoh como hermosa protagonista y reclamo exótico para la taquilla. Aventuras, acción, semi-romance y búsqueda de cacharro/secreto místico o similar vienen a ser las señas de dudosa identidad de un producto que pasó más bien desapercibido por la gran pantalla y que tan solo se recuerda por la aportación de Poledouris a su apartado musical, envolviendo con pericia y buen gusto la sucesión de clichés de su guión. El compositor de Kansas recurre a una orquestación étnica, dinámicos bloques percusivos y acompañamiento dramático o heroico de cuerdas y metales respectivamente cuando la situación lo requiere. No inventa nada nuevo, ni falta que le hace, simplemente cumple con las reglas básicas de asociación motívica y situacional, aportando una sensibilidad, sabiduría y elegancia musical únicas, que sin resultar especialmente lúcidas, salvo algunos pasajes destacados, funciona por encima de las exigencias del relato.
De este modo el arranque con "Legend of the Touch" supone uno de los mejores instantes de toda la partitura, una melodía de calado claramente oriental y maneras pentatónicas deslizadas con elegancia sobre un tema hermoso y de aire elegíaco que se torna en un etéreo pasaje rítmico electrónico, donde una nueva melodía de filiación mucho más cercana a la vena poledourica esparce su épica con un halo mucho más sugerente y mágico. Una apertura apabullante que por desgracia queda rápidamente diluida en pistas mucho más complacientes y de relleno tras su inmediata continuación en la variada "The Monkey King Enthralls" con la introducción de una estimulante polifonía para percusión y crescendos aventureros. Esta uniformidad ambiental surge en el dramatismo contenido de "The Heart of Don Huang", la comicidad percusiva de "In the Heart of the Night" o las escasas aportaciones incidentales atmosféricas de las inéditas "The Loveable Thief", "To the Rescue" y, un poco mejor, "Who Will Know".
Pero, como siempre, el autor de "Conan" se redime de la mediocridad imperante del grueso de las imágenes a las que acompaña con el uso y variaciones de su lírico y hermoso tema central en "Memories of Days Gone" y "Healing of Hearts", una de las pistas más destacadas en su versión para piano del mismo, bellísima. Igualmente destacables resultan algunos pasajes de acción como "Trouble Under Blue Skies" y el emocionante "I´ll Never Leave You", la ominosa intensidad de "Farewell King Soul" o los patrones rítmicos iniciales de "Secrets Revealed" que nos retrotraen a la absorbente aridez de la estupenda "Breakdown" con poderoso desarrollo para cuerda y metales posterior. El tour de force del score lo encontraremos en el extenso bloque "Destiny Awaits" de más de doce minutos de duración, donde la acción y el drama se conjugan hábilmente con cinéticos fragmentos impulsivos, tensos interludios de suspense y épica fanfarria final. La coda al mismo en la liberadora "I Believe", con retazos etéreos, recupera el tema central dando paso a "Time to Choose", que cierra el trabajo con una sensibilidad inconfundible y pinceladas de humor. Como complemento para los créditos aparece al final la bella canción "The Touch", vocalizada por Kelly Chen con el tema central como base melódica.
La nueva edición perpetrada por la compañía Buysoundtrax responde a la ausencia de su disponibilidad comercial en tierras americanas y por ende internacionales. Lanzado por Go East con el estreno de la cinta en su momento en el mercado asiático con un curioso formato mixto entre digipack con elementos desplegables y pequeño soporte de plástico, dicha edición se encontraba desaparecida desde hace tiempo. Ya entonces el coste y dificultad de su adquisición negaron la posibilidad de su conocimiento más o menos popular al aficionado común. Parcialmente salvados estos inconvenientes ahora, esta reciente recuperación aporta una presentación mucho más convencional y algunos -inocuos- minutos extras inéditos a un precio reducido frente a la martilleante sucesión de ediciones por parte de Intrada y La La Land. Limitado igualmente pero con un interés menor dada la escasa repercusión mediática de la cinta, "The Touch" supone el paradigma de la profesionalidad y talento de Basil Poledouris incluso en sus horas bajas.
13-mayo-2013
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