Ignacio Garrido
La madurez y asentamiento de Pascal Gaigne en la gran pantalla española, nos entrega otra obra magnífica que prueba, una vez más, por qué su voz resulta tan única e imprescindible en el panorama nacional. Una personalidad que aporta siempre sentido musical autónomo a una narración dinámica y cargada de detalle, con la que escribiendo desde la sutileza, desde la contención y la síntesis, demuestra que se puede crear música ejemplar para el celuloide sin perder de vista la lealtad estilística a uno mismo.
"80 Egunean" es una banda sonora elegante y elaborada que mantiene los postulados de Gaigne en el drama y que apuesta, con éxito, por la pequeña formación orquestal para presentar ideas que se ven correspondidas por una ejecución lírica, emotiva y doliente por parte de la Orquesta Sinfónica de Budapest, donde se exponen todo el saber hacer melódico de su autor. Además, cabe mencionar que la colaboración del músico con los realizadores Jon Garaño y Jose Mari Goenaga (que le dedican unas hermosas notas en la carpetilla del pulcro disco editado en digipack por la propia compañía de Gaigne, Solisterrae), no es ni mucho menos novel, pues tras cortos, documentales y cintas de animación, el entendimiento y libertad que se ofrece al compositor denota la fluidez y sabiduría de un trabajo hecho desde la comodidad y el corazón.
La selección se abre con, "Noche de sospechas", una pieza agitada que rememora en parte los postulados almodovarianos de Alberto Iglesias en su diálogo rítmico de cuerdas, pero que se desliza sutilmente hacia las formas habituales del galo redondeando un comienzo pletórico. Sin más preámbulo, encontramos en la siguiente pista de precisamente mismo título que la cinta, "80 Egunean", el momento álgido de la composición y uno de los temas más hermosos y emotivos escritos por el responsable de "Gordos" en toda su carrera, una melodía bellísima para cuerdas y piano, de enorme calado emocional y magistral desarrollo. Este excepcional tema volverá a hacer su aparición durante "En 80 Días", elevando la categoría de la audición con su sola presencia y dejándonos con ganas de mucho más desarrollo del mismo.
Pasajes más difuminados, impresionistas casi, pero también de gran belleza como "Un puente de hojas", "Presencia" o "La Isla", sirven de puente emocional a los segmentos más contundentes y asibles, demostrando una inteligencia y dosificación de recursos musicales encomiable, sin perder en ningún momento la entidad de sus formas ni la linealidad narrativa de lo expuesto. Así pues, el tema inicial se recuperará con sugerentes variaciones en "¿Pero que pasó?" y transmutado en vals durante "Quinteto Axun Eta Maite", para cerrarse la selección de la cinta con el compendio de la segunda suite "Axun Eta Maite", donde encontramos una exquisita amalgama temática en la que destaca el arpa de su inicio o el ensoñador piano que lo sigue, para retomar la evocadora melodía central que finaliza el material de "80 Egunean", que se convierte automáticamente en una de las bandas sonoras españolas más destacadas del 2010.
Se incluyen a modo de complemento de la obra principal, dos trabajos previos de Gaigne para un corto y un documental respectivamente, que dan muestras de la versatilidad del músico y su capacidad de acercamiento a cualquier género con sobriedad y estupendos resultados. Para "Infarto con rotura de corazón" nos entrega un acelerado vals donde el contrapunto del piano destaca especialmente hasta alcanzarse un clímax frenético de abrupto final, mientras que para "¿Qué tienes debajo del sombrero?", encontramos cuatro pasajes de nuevo con líneas rítmicas repetitivas tan del gusto del músico. "Rayos X" se atisba con aires de tango, "¿Qué tienes debajo del sombrero" rememora la dinámica comicidad de la mejor Rachel Portman, "Psychoaraña" supone un ejercicio de suspense y terror contenido con velada cita a Herrmann, mientras que "Vals del sombrero" supone el cierre circular del disco, con una pieza encantadora que postula las mejores formas cíclicas del músico.
De este modo encontramos en "80 Egunean" un disco indispensable para el seguidor de Pascal Gaigne, que se ha convertido - sin ninguna duda - en un compositor referencial en la composición cinematográfica española de calidad, así como una obra altamente recomendable para cualquier aficionado capaz de distinguir todavía las auténticas delicatessen en plena época de mediocridad imperante.
14-octubre-2010
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