Miguel Ángel Ordóñez
Alexander Payne y Rolfe Kent forman una de las parejas director-músico más sugestivas de la actual industria cinematográfica americana. Relación que se extiende a lo largo de cuatro films en los que Payne se ha permitido jugar abiertamente con el sueño americano, con un marcado sentido autocrítico, desde un envoltorio abiertamente cómico. Caramelos agridulces, comúnmente conocidos como sátiras, que Kent ha sabido interpretar perfectamente, logrando partituras con vida mas allá de las imágenes, permitiéndose incluir alegres ritmos musicales, donde prima por encima de todo la melodía, en contraposición a unas imágenes no siempre optimistas.
En su primer film, “Citizen Ruth” (cuyo score no se ha editado) Laura Dern imploraba por la salvaguarda de sus derechos civiles y de decidir si tenía o no un hijo, mientras Kent centraba sus esfuerzos en un tema central a medio tempo agridulce y sin demasiadas pretensiones. Mucho más interesante es su trabajo en “Election”, en la que Payne lograba una espléndida película mucho más sugerente e implacable que la pretenciosa y vacía “American Beauty”, donde el compositor escocés jugaba con el universo rotaniano en el empleo de boleros, bossa novas, polkas y un romantizado uso de la cuerda asociado al descenso, entre resignado y asumido, a los infiernos de su joven protagonista (Matthew Broderick). Su mejor colaboración la encontramos en su anterior film, “About Schmidt”, una lúcida visión de la vejez física y una lucha denodada contra el paso del tiempo, donde Rolfe Kent vuelve a mostrarnos una amplia paleta de instrumentos exóticos en un score mucho mas melancólico, nostálgico y cómplice con el personaje central de Nicholson, un cascarrabias egoísta con ¿buen? fondo.
“Sideways” incide en la problemática cotidiana de una sociedad burguesa en declive (la americana). Las relaciones de pareja, sirven de excusa a esta road movie donde dos amigos viajan a través de la California vinícola a la búsqueda de sí mismos y de encontrarle un sentido a sus relaciones afectivas. La visión que aporta un músico como Kent es profundamente sorprendente, como nos tiene acostumbrados, con una partitura entregada a una orquesta de jazz, con empleo de piano, saxo, trompeta, batería, bajos, percusión, flautas y melódica que se encarga de tocar el propio compositor.
Si en los primeros films la aproximación, siempre melódica, era cercana al concepto musical italiano de los 50´s y 60’´s, con nombres como Morricone o Rota, aquí la base musical se circunscribe a obras de los 70´s como “I soliti ignoti” de Piero Umiliani. Cortes entregados a una big band, donde prima el empleo de metales como en ”Asphalt Groovin´” o “Constantine Snaps the Fingers”, conviven con divertimentos melódicos como “Picnic”, “Lonely day” o “I´m Not Drinking Any fu**ing Merlot!” claros ejemplos de esas composiciones transalpinas.
Lo más destacable, al margen de su sorprendente adecuación a las imágenes, es la calidad interpretativa de los cortes. Algo que se sospechaba a priori encontrando en los créditos gente tan eficaz como Alex Acuna a la percusión (recordemos su gran contribución al “Traffic” de Soderbergh), Dan Savant a la trompeta (habitual de Kent con el que ha colaborado en “Legally Blonde” y “Freaky Friday”, siendo uno de los músicos culpables del hit “La pasión de Cristo”), o el saxofonista Dan Higgins (responsable entre otras cosas de poner su talento a “Bowfinger” de David Newman y “Benny and Joon” de Rachel Portman).
No pueden faltar los cortes romantizados, entre los que destaca especialmente “Los Olivos”, con el impagable uso de la melódica y “Walk to Hitching Post” con empleo de una orquesta de cuerda. Asimismo a destacar el tema asociado al personaje de “Miles” (Paul Giamatti), sensual y elegante y a su relación con Maya (Virginia Madsen) (“Miles and Maya”), precioso oasis musical de paz y dulzura entregado al piano.
Solo cabe esperar que la ya anunciada nueva producción de Payne para el año que viene, “Nebraska”, suponga un nuevo regalo a los aficionados (entre los que me incluyo) que ávidos esperan la nueva entrega de estos gourmets de la socarronería.
|