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Bill Conti: Segunda Parte Por José-Vidal Rodríguez |
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Tras un periodo ciertamente fructífero como fue el de finales de los 70 y comienzos de los 80, que constituyó la parte analizada en la Primera entrega de esta guía de compra, Bill Conti afrontaba esta última década con la vitola de músico totalmente consagrado en Hollywood, terminando por ganarse al fin el respeto de una industria que ya no sólo lo veía como el eterno compositor de la saga “Rocky”. No es casualidad, por tanto, que en el haber profesional del músico durante esta segunda etapa, encontremos algunas de las partituras más reconocidas por el público.
Los 80 suponen para Conti, al igual que para otros muchos músicos coetáneos, la asimilación de aquella corriente electro-pop propia de la época, que en el caso del americano no distaba mucho de su vertiente rítmica y dinámica ya mostrada en ciertos encargos anteriores. No obstante, aquellos trabajos en los que el autor dependía excesivamente de los sintetizadores, resultan como veremos los menos interesantes de este período (salvo honrosas excepciones), precisamente porque constituyen el tipo de encargos que le impiden explotar en mayor medida una de las grandes aptitudes artísticas del autor: Su habilidad en la composición netamente sinfónica y salpicada de recursos orquestales de sabor clasicista.
El lapso de tiempo que analizaremos en esta segunda entrega de la presente guía de compra (1983-1989), viene marcado igualmente por el afianzamiento de Bill en el ámbito televisivo, un medio audiovisual que dominaría hasta mediados de los 90 y en el que ha pasado a la historia como uno de sus compositores “insignia”, sobre todo teniendo en cuenta el elevado número de partituras compuestas, así como el grueso de conocidísimas sintonías que ha ofrecido al público el autor americano. Sintonías que no sólo se circunscriben a seriales con gran repercusión en los 80 (“Norte y Sur”, “Los Colby”), sino que igualmente escribiría las músicas de cabecera de diversos anuncios y late shows conocidos en los USA, tales como “Prime Tive Live” o “Turning Point”, ambos para la cadena ABC News.
Pasemos, pues, a analizar la etapa quizás más notoria del músico de Rhode Island para el aficionado, así como la más laureada en cuanto a premios y reconocimientos profesionales (incluso lograría una estrella en el mítico Paseo de la Fama de Hollywood Boulevard).
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| THE RIGHT STUFF (Elegidos Para la Gloria) 1983 Varese Sarabande VCD 47250 (CD)
Todo gran autor tiene en su filmografía al menos una obra con la que consigue dividir a sus seguidores y crear una polémica en el sector que, en el caso de este “Elegidos para la Gloria”, tuvo en su momento cierta justificación. Phillip Kaufman acudió al músico de Rhode Island para poner acordes a esta epopeya sobre el desarrollo de la aviación a mitad del siglo XX y la posterior carrera espacial del hombre en su conquista lunar. Casi tres horas de película en las que, no obstante, el score original casi no rebasaba los 30 minutos de duración, un hecho que colateralmente ayudó sin duda a potenciar el efecto de la música en el inconsciente del espectador.
La controversia surgió cuando desde un sector de críticos se calificó la partitura como “descarado plagio” de la famosa obra clásica de Gustav Holst, ”Los Planetas”. Sinfonía que ha infuido a muchos compositores cinematográficos y que, por otra parte, fue usada tal cuál en el filme, incluyendo fragmentos de varios de sus movimientos. Es indiscutible que el score bebe -y mucho- de esta imperecedera obra clásica, y Bill nunca ha ocultado esta clara referencia, principalmente porque Kaufman la usó como temp track durante el montaje, pidiéndole expresamente un tipo de música lo más cercana posible a la susodicha sinfonía (no en vano, del movimiento del que extrae más ideas el autor es quizás del “Jupiter, Bringer of Jollity”).
Fuera de esta polémica, el trabajo presenta un acabado eminentemente patriótico y épico, incluso acudiendo al original contraste de los sintetizadores de la época para las escenas iniciales del filme. La melodía central, desarrollada íntegramente en el abrumador “Yeager´s Triumph”, resulta una de las frases más populares de su filmografía, auténtico himno al poderío yanqui que alcanza unas cotas emotivas francamente poderosas. De todas formas, las rendiciones a la obra de Holst, palpables en no pocos instantes del score, acaban por restar puntos de originalidad a un álbum que le valió a Conti su primer y único Oscar de la Academia hasta la fecha. Un premio muy criticado en su momento que desde luego mereció el autor en encargos distintos al presente.
A falta de una edición oficial, Conti se rascó el bolsillo para sacar adelante una regrabación interpretada brillantemente por la London Symphony Orchestra, y que incluye los cortes más notorios escritos (aunque tampoco deja fuera demasiado material, dada la escasa duración del score). Entre ellos, sin lugar a dudas se encuentra, además del mencionado “Yeager´s Triumph”, el fragmento “Breaking The Sound of Barrier”, trepidante tour-de-force que enfatiza perfectamente la creciente tensión ante el mítico instante en que el piloto Chuck Yeager rompe, por primera vez en la historia de la aeronavegación, la temida barrera del sonido.
Duración: 5 cortes - 18´.
Lo Mejor: Conti acierta de lleno en la composición de un tema principal abiertamente patriótico, que refleja con especial entusiasmo el valor de los pilotos y astronautas americanos en su enfrentamiento con los rusos por el poderío tecnológico.
Lo Peor: Que los polémicos temp tracks acaben por hacer dudar de la completa originalidad de una partitura sobrevalorada por la Academia, pero que al menos resulta francamente grata de escuchar si dejamos al margen sus obvias referencias a obras ajenas.
El Tema: El brillante ejercicio de tensión creciente del “Breaking The Sound of Barrier”, y la sensacional rendición a la marcha central incluida en “Yeager´s Triumph”.
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| THE COOLANGATTA GOLD 1984 1M1 Records CD1031 (CD)
En 1984, Conti seguía siendo el autor por excelencia asociado a la temática deportiva, dada su impronta ampliamente vigorosa que tan bien se amoldaba al dinamismo y afán de superación en el deporte. Por ello, en dicho año escribiría un tema para el disco oficial de las Olimpiadas de Los Ángeles (el siguiente álbum que analizaremos), así como también compondría el score de este “Coolangatta Gold”, filme rodado en las Antípodas con el atletismo como argumento central de la historia.
Editado en su día en vinilo, pero rescatado en su versión digital y expandida a finales de los 90 por el sello australiano “1m1”, el trabajo destaca sobremanera por incluir uno de esos apoteósicos temas centrales con los que de vez en cuando nos suele obsequiar el autor. La marcha escuchada en el primer corte “The Coolangata Gold“, resulta un auténtico himno jovial a la superación y al esfuerzo en el deporte. Corte enormemente vitalista que Conti reconduce poderosamente a las cuerdas, con su habitual soporte enfático a metales, creando una frase ampliamente enérgica y que, en ciertos aspectos, podría equipararse en acabado a su anterior main theme para “Elegidos Para la Gloria”.
Tras esta impresionante obertura, el score adopta posteriormente las manidas formas pop ochenteras, a través de batería sintética y guitarra eléctrica, normalmente con el soporte adicional de la orquesta (”Trial by Water”, “Motorcycle Crash”), pero cayendo quizás en un tipo de material rítmico demasiado cercano a lo funcional, que es el que precisamente ha llegado a estigmatizar la carrera de Conti. No obstante lo anterior, el compositor encuentra hueco para rellenar ese vanalidad pop con apuntes de gran clasicismo a las cuerdas, como bien ejemplifica el frenético ”The Last Leg”.
Destacar finalmente que, como cortes adicionales, la edición de “1m1” incluye cinco temas dañados que fueron parcialmente restaurados de los masters de grabación originales.
Duración: 28 cortes - 76´
Lo Mejor: Es una partitura entretenida que nos regala otra gloriosa marcha central tan característica en el autor.
Lo Peor: La escasísima difusión del álbum.
El Tema: “The Coolangatta Gold”, “Swimming and Running”.
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| THE OFFICIAL MUSIC OF THE 1984 GAMES 1984 CBS Records 26048 (LP)
Con motivo de la celebración de los Juegos Olímpicos de Los Angeles en 1984, el famoso dúo de productores Guber-Peters (los responsables del Batman cinematográfico) abordaron el proyecto de reunir un grupo de artistas de estilos bien dispares, para que cada uno de ellos ofreciera su particular versión musical de lo que iba a ser el acontecimiento deportivo más importante de la década en los USA. De esta forma, vio la luz el disco oficial de las Olimpiadas de Los Angeles 1984, un álbum que sin ser una maravilla, contiene más de una pieza curiosa, sobre todo atendiendo a los autores que se dan cita en él. Nombres tan antagónicos como los de Giorgio Moroder, Phillip Glass o el grupo Toto pusieron su granito de arena para que el disco se convirtiera en todo un referente -dado su éxito comercial- para posteriores eventos olímpicos.
Aun cuando el tema más conocido para el aficionado a las bandas sonoras sea probablemente el magnífico himno de apertura compuesto por John Williams (“Olympic Fanfare and Theme”), Conti también intervendría (como no podía ser menos, tratándose de temática deportiva) con la pieza “Power (Power Sports Theme)”, sintonía que nos devuelve al autor rabiosamente rítmico y dotado para engalanar cualquier frase con espectaculares fanfarrias al metal. Ampliamente dinámico y nervioso, el tema concede un especial protagonismo al bajo, amén de la incisiva batería sintética con la que Bill imprime la fuerza necesaria con la que justificar plenamente el título del corte. En este sentido, la cercanía en el tiempo nos hace encontrar paralelismos inevitables entre ciertos cortes de su anterior “Coolangatta Gold”.
Como curiosidad, señalar que, al igual que sucedió otras veces con piezas originales del de Rhode Island, el mencionado “Power Sports Theme” se haría muy popular como música de cabecera utilizada en un famoso programa deportivo de la radio española de los 80.
Duración: 1 corte original de Conti. 3´.
Lo Mejor: El éxito popular del LP supuso la piedra de toque para que otros eventos posteriores editaran similares álbumes, en pos de enaltecer el espíritu olímpico.
Lo Peor: Tanto popurri de estilos acaba por desorientar al oyente estrictamente cinematográfico.
El Tema: Aunque el tema de John Williams se haya convertido en un auténtico clásico con los años, a nuestros efectos obviamente nos tenemos que quedar con el vigoroso corte “Power”.
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| GRAND CANYON: THE HIDDEN SECRETS 1984 Imax (CD)
El ámbito de los documentales “IMAX”, ha brindado a varios compositores de primera fila la oportunidad de probar sus dotes en un medio diferente al puramente cinematográfico, en el que el sometimiento estricto a la imagen tiende a relajarse a favor de un tratamiento musical normalmente más genérico y libre para el autor.
Dentro de este contexto, Bill colabora por primera vez con la productora, trasladando al pentagrama su particular visión musical sobre las impresionantes secuencias del documental acerca de la grandeza y “secretos ocultos” del incomparable paraje del Gran Cañón del Colorado. Esta sugerente partitura fue editada por el sello discográfico propio de “IMAX” en un compacto de tan escasa calidad sonora, que a muchos bien podría sonarles a mero bootleg. Eso sí, el derroche de medios que tradicionalmente caracteriza a los “IMAX”, permite al compositor planificar su obra para gran orquesta, siempre con una intención muy clara de engrandecer líricamente las bellas imágenes que sirven de soporte a su música.
Estructurado sobre un gentil y breve frase central a cuerdas (”Ancient Tribes“), único motivo del álbum con carácter de permanencia y repetición, Conti derrocha inspiración descriptiva a lo largo de todo el score, aprovechando con bastante fortuna el idílico devenir de las secuencias. En este sentido, cada corte nos depara nuevos y variados bloques temáticos -con la salvedad comentada de las apariciones aisladas del tema central-, entre los que destacan ejercicios de brillante frenetismo orquestal (”Danger in the Canyon”), y la magnificencia de un espectacular tema de cierre como es el ”Canyon Rediscovered”, corte que reagrupa en sus cinco minutos de duración las tres notas en las que Conti basa el presente trabajo: La dulzura idílica, el descriptivismo ampliamente melódico y la sobrecogedora espectacularidad sinfónica, representada aquí por esos dos últimos minutos de tema, brillantemente conducidos a coros y poderosas cuerdas.
Duración: 5 cortes - 28´
Lo Mejor: La mayor libertad a la hora de componer en este medio, trae consigo que prácticamente todos los temas tengan una marcada sustantividad propia.
Lo Peor: El horrendo e impresentable sonido del álbum, que impide apreciar en su justa medida ciertos matices orquestales de la obra.
El Tema: “Canyon Rediscovered”.
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| THE KARATE KID (Karate Kid) 1984 Varese Sarabande CD Club MO 0307 1059 (CD)
Creo no equivocarme al afirmar que no debe haber nadie en este país con cierta edad que desconozca la historia de Daniel Larusso, aquél adolescente temeroso y acongojado por sus compañeros de clase que es entrenado en las artes del Karate por un maestro oriental que se hacía llamar Sr. Miyagi. El famoso “dar cera, pulir cera” forma parte ya de los recuerdos de toda una generación de espectadores, como igualmente destaca la magnífica soundtrack que compusiera el maestro de Rhode Island allá por 1984. Trabajo que, más de 20 años después, ha sido íntegramente rescatado por Varese junto con el resto de scores instrumentales escritos para la franquicia, en otra muestra del gran interés del sello americano por la obra del genial artista.
Lo primero de agradecer es el hecho de que Conti, frente al claro acabado juvenil de la cinta, aborda el proyecto de forma mucho más seria de lo esperado. El score de “Karate Kid”, breve y un tanto deslucido en el largometraje por la numerosa source music escuchada (con canciones de Bill incluidas), se desenvuelve francamente bien de acuerdo con la estética y devenir de la historia. Arrancando con un optimista “Main Title”, en donde ya se sugiere esa frase de superación y triunfo asociada al joven Daniel (véase el posterior ”Daniel´s Momenth of Truth”), la música tan pronto se asocia al ambiente adolescente, mediante la lógica aparición del aparato electrónico (”Bumpy Ride”), como posteriormente se adentra con sensibilidad en los momentos introspectivos de la trama (la relación pupilo-maestro de Daniel y Miyagi), en cuyos registros encuentra su mejor traducción el delicado y poético uso de la flauta de Pan, interpretada con suma brillantez por Gheorge Zamfir. Ejemplos de lo anterior lo constituyen cortes como ”The Pact” o “Paint The Fence”, entre otros; fragmentos ambos que aportan un cúmulo de ricos matices líricos con los que Conti enfoca de forma sugestiva este bloque intimista y cuasi místico del trabajo.
Como ya había demostrado en ocasiones anteriores, el autor se mueve con muchísima soltura en la composición de esa especie de temas “de entrenamiento”, cuyo florido dinamismo sustenta el músico una vez más en figuras de acabado netamente clásicas (scherzos, fugas, estructuras cercanas al cánon), como ya hiciera, por ejemplo, en su soberbia “Escape to Victory”. Una muestra perfecta de lo antedicho lo constituye el grueso de música que acompaña las secuencias de Daniel ejercitándose junto a Miyagi en el mar (”Daniel Sees The Bird”, “Fish & Train” y ”Training Hard”).
Así las cosas, el contraste musical creado por aquél trío de recursos sintetizadores-flauta de Pan-clasicismo, conforma los cimientos sobre los que se asienta la indiscutible calidad de una partitura para la que, como bien ha señalado en numerosas entrevistas, Conti se involucró de manera especial. No en vano, aún hoy habla de este “Karate Kid” como una de las obras más queridas y recordadas de su filmografía.
Duración: 21 cortes - 35´.
Lo mejor: El compositor no se contagia de la vanalidad del filme y resuelva con brillantez la música en términos introspectivos y francamente elaborados.
Lo peor: Que hayan tenido que pasar más de 20 años desde el estreno de la cinta, para disfrutar oficialmente de su espléndida banda sonora incidental.
El Tema: La agradecida jovialidad del “Main Title”, así como la exuberante belleza de la frase final del “Training Hard”, un colosal devenir melódico a modo de cánon que desgraciadamente no encuentra otro momento adicional para su disfrute en la cinta.
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| GOTCHA! (¡Te Pillé!) 1985 MCA Records MCAD-5596 (CD)
Anthony Daniels, el Doctor Green de las primeras temporadas de “Urgencias”, encarna a un timorato estudiante que pasa las horas muertas jugando al juego “Gotcha!”, especie de génesis del actual painting-ball. Esta habilidad tendrá que aplicarla en la vida real, al verse involucrado por una bella y enigmática mujer (interpretada por la debutante Linda Fiorentino), en una encrucijada de espionaje con la peligrosa KGB rusa de por medio. Una película que pasó sin pena ni gloria en nuestro país (no así en los USA, en donde recibió decentes críticas), a la que Conti puso música en 1985 ofreciendo un trabajo que de nuevo ejemplifica su loable predisposición para los encargos menores.
Tan sólo un par de temas suyos podemos oir en el CD editado por MCA Records, en los que apreciamos dos estilos bien distintos en cuanto a calidad y elaboración: En primer lugar, el entorno semi-teen de la cinta explica el uso de la electrónica “facilona” de acordes ligeros (“Check Point“), estructurada sobre idénticos patrones de autores muy conocidos por aquél entonces como Harold Faltermeyer o Giorgio Moroder. En cambio, a modo de interesante contraste, Conti acude en segundo lugar a la fusión de los teclados con la fiereza de metales y cuerdas, en el excelente “Over The Edge”, pieza de “persecución” de tono comedidamente dramático, que en su progresión in crescendo funciona de manera perfecta para con las imágenes. Dos cortes sin embargo, que como tantas veces ocurre en este tipo de álbumes, se encuentran perdidos entre un mare magnum de canciones pop de la época totalmente olvidables.
Duración: 2 cortes originales de Conti - 5´.
Lo mejor: El autor logró esta vez “colar” un tema más suyo, de lo que viene siendo habitual en esta clase de ediciones.
Lo peor: Lo de siempre: Que las canciones releguen a un segundo plano la cuanto menos correcta música incidental.
El Tema: “Over The Edge”: Parece que cuanto más modesto e intrascendente sea el encargo, mayor es la sorpresa que nos llevamos con algún que otro tema incluido en el mismo.
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| NORTH AND SOUTH (Norte Y Sur) 1985 Varese Sarabande VCD 47250 (CD)
“Norte y Sur” es una de esas miniseries clásicas que no pueden faltar en la hemeroteca de todo amante de la televisión. Emitida en nuestro país dos años después de su estreno, cosechó un gran éxito popular al recuperar para la pequeña pantalla los grandes dramas épico-históricos. La producción presentaba ciertos paralelismos con la inolvidable “Lo Que el Viento se llevó”, con la Guerra de Secesión americana como escenario de la trama entremezclada con similares historias de amor imposible, todo ello construido desde una puesta en escena soberbia, muy lograda teniendo en cuenta las limitaciones lógicas de todo proyecto destinado a TV.
Conti, convertido ya por entonces en un referente televisivo de incontestable solvencia, se muestra a la altura de las circunstancias, escribiendo una banda sonora excelsa y francamente distinguida, la cuál daría origen a otra de las sintonías más conocidas de la historia de la televisión (“Main Title”). Tremendamente sinfónico y exuberante, este “Norte y Sur” ofrece a Bill una de sus primeras oportunidades (salvedad hecha de su anterior “Grand Canyon”) de ahondar expresamente en las sonoridades costumbristas a la Americana, mediante melodías vivaces y coloristas, tratadas en clave preciosista (“Southern Life“), en las que no faltan referencias lógicas -dentro de un orden-, a autores de la “Golden Age” como bien pudiera ser Max Steiner. Otro de sus puntos fuertes lo hallamos en la certera orquestación de la desconocida Julie Giroux, gracias a la cuál la música logra mutar de la épica melodramática (”Love in The Chapel”) a la introspección “sensiblera”, sin perder ni un ápice de coherencia y calidad.
La lastima es que los siete cortes disponibles en el mercado son sólo regrabaciones; eso sí, ejecutados con la usual maestría de la London Symphony Orchestra e incluidos en el mismo compacto de su anterior “The Right Stuff”. Lo que no es óbice para reconocer que el escaso material comercializado no es sino una ínfima muestra del extenso score que el compositor escribió para la miniserie.
Duración: 7 cortes - 20´.
Lo mejor: La elegancia y empaque transmitidos del primer al último acorde de la partitura.
Lo peor: Que nadie se haya atrevido aún a lanzar una edición con más material del disponible.
El Tema: Partiendo de la extraordinaria grandilocuencia del ”Main Title”, destacaría la emocionante rendición in crescendo de dicha sintonía central que podremos deleitar en “The Reunion“.
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| F/X (F/X: Efectos Mortales) 1986 Varese Sarabande STV 81276 (LP)
Entretenido thriller que gira sobre el personaje interpretado por el australiano Brian Brown (Rollie), un técnico de efectos especiales de cine al que el FBI le encarga una curiosa misión: La de simular un asesinato usando sus trucos, para proteger la vida de un importante testigo de la Mafia. El problema surge cuando lo que parecía que iba a ser una simple ilusión óptica, se convierte en un homicidio en toda regla, figurando Rollie como el único culpable y debiendo huir tanto de la Mafia como de la Policía.
Presidida por un potente tema central de ocho notas, que reaparecerán como vigoroso recordatorio para algunos instantes de acción desmedida (”No Loose End“), la partitura escrita por Conti se entrega en parte a sonidos urbanos, con el piano y sinuosas cuerdas como exponentes del calvario y soledad del protagonista ante su rocambolesca situación. Al mismo tiempo, el autor incide en estructuras propias del thriller, lo que origina la inclusión en el LP de numerosos fragmentos sonoros soterrados entre los diálogos, enraizados en un tono ambiental y en ocasiones incluso premonitorio. Al fin y al cabo, música totalmente acertada en su afán de servir como soporte a las numerosas secuencias de suspense, para lo cuál el músico adopta una impronta especialmente entregada a los devaneos disonantes de cuerdas y teclados (”More Wrong Hit”), así como la mencionada aparición de incesantes acordes a piano.
Entre tanto material destinado en esencia a la tensión argumental, el de Rhode Island encuentra momentos puntuales para pasar, siquiera de refilón, por agradecidos motivos apelando a lo melódico, mostrando de nuevo ese especial gusto por un instrumento recurrente en su carrera como es la guitarra (“All in One Night”, “Rollie´s Diversion“). Y tan pronto como la trama se va desmarañando y torna en puro espectáculo de acción, una vez más -y ya son varias-, Bill se aferra a alguno de sus consabidos tours-de-force de rabiosa cadencia y progresión in crescendo (cuyo mejor exponente es, sin duda, el magnífico ”The Chase”); cortes, eso sí, deslucidos en determinados momentos por las dimensiones de la orquesta (increiblemente la LSO) utilizada para la grabación.
Como curiosidad, señalar que el disco se comercializó en nuestro país por el sello “Vinilo”, extinta filial española de la archiconocida Varese Sarabande.
Duración: 14 cortes - 32´.
Lo mejor: Partiendo del género del filme, estamos ante un score poco agradecido y de cierta dificultad, que es a la postre resuelto con suma eficiencia por el compositor.
Lo peor: Algunas lagunas narrativas del filme ocasionan cierta sensación de “lentitud” musical y de mera funcionalidad descriptiva, sobre todo durante gran parte de la primera mitad del LP.
El Tema: “All in One Night”, “The Chase”.
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| THE KARATE KID 2 (Karate Kid 2) 1986 Varese Sarabande CD Club MO 0307 1059 (CD)
La primera de las tres secuelas del gran éxito de John G. Avildsen trasladaba la acción a la aldea natal del Señor Miyagi, donde maestro y alumno acuden a rendir homenaje al padre fallecido de Miyagi y al mismo tiempo, encuentran un marco ideal para continuar las enseñazas en el noble arte del Karate.
Conti reutiliza varios temas del filme original, aunque esta vez afronta la tarea de asimilar su música a los sonidos y texturas orientales que, para esta primera secuela, debían tener aún mayor presencia. En este sentido, el autor puebla la partitura no sólo de la conocida flauta de Pan protagonista del primer “Karate Kid” (esta vez interpretada a los teclados), sino también incluye un variado complemento de instrumentos de percusión nipones, sustituyendo principalmente a la electrónica usada en buena parte del filme original.
Eso sí, el ambiente pretendidamente más introspectivo de la trama, ocasiona que la música caiga en registros excesivamente descriptivos, originando que cierto bloque de cortes resulten un tanto monótonos, aún en su intachable concepción. Algo de lo que en este caso, no podemos hacer responsable al autor, ante el insufrible sopor narrativo del que adolece la cinta. Toda vez que en el LP original sólo se incluyeron dos cortes instrumentales, “Karate Kid 2” dio origen, al igual que su antecesora, a un bootleg muy popular durante años en el mercado alternativo. Edición extraoficial que ha quedado totalmente obsoleta en la actualidad, gracias al fantástico set de 4 CDs publicado por Varese Sarabande con todos los scores de la saga.
Otra gran novedad con respecto a la primera partitura, radica en la composición de un nuevo y sumamente retentivo tema de amor -reutilizado en “Karate Kid 3”- de marcado aire bucólico ("Daniel and Kumiko", ”Miyagi´s Home“), que en el LP original fue reconducido a formas pop para su tratamiento comercial. Igualmente, destaca la inclusión de interesantes ejercicios de percusión oriental destinados a enfatizar la sombría figura del enemigo Sato, aunque para muchos, el auténtico highlight del compacto sea quizás el impactante fragmento ” Old Friends“, (el antiguo “The Storm” del LP), un corte en el que Conti fusiona genialmente su rugir sinfónico particular en pos de la acción, manteniendo siempre el claro sabor nipón de la música.
Duración: 20 cortes - 48´.
Lo mejor: El acierto del autor a la hora de su partitura de color más oriental escrita hasta la fecha.
Lo peor: Siendo una obra francamente atrayente, carece por contra de los momentos de lirismo arrollador que escuchábamos en la primera entrega de la saga.
El Tema:: “Old Friends“, otro ejemplo de esa maestría sinfónica con la que Conti suele -si el encargo lo permite-, apabullar inesperadamente al oyente.
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| BROADCAST NEWS (Al Filo de la Noticia) 1987 Varese Sarabande CD Club VCL 1105 1042 (CD)
Uno de los proyectos malditos del autor, no tanto por su inferior calidad artística sino por lo arduo de su concepción y los problemas de entendimiento que tuvo con el director James L. Brooks, “Broadcast News” aborda el tema del periodismo televisivo, centrando la historia en las tortuosas relaciones personales entre los miembros de un equipo de informativos. Viendo el argumento parece ovbio, ¿qué mejor compositor para ahondar en los entresijos de la televisión que todo un clásico del medio como Bill?.
Conti, que vería como parte de su material era revisado y sustituido por fragmentos escritos por su colega Michael Gore (amigo íntimo de Brooks desde su destacada colaboración en “La Fuerza del Cariño“), apuesta por un tipo de música que en su ligereza, se encuentra claramente relegada a un segundo plano, reduciéndose en no pocas ocasiones a subrayar diálogos o a servir de mera transición musical entre escenas; razones que explicarían la cantidad de temas que no alcanzan ni el minuto de duración.
De esta forma, el compositor acude a orquestaciones muy sencillas, especialmente entregadas a las maderas y al piano, asumiendo de este modo las limitaciones de su labor en la cinta. El tema central contenido en el “Young Jane - Main Title”, supone no sólo el mejor fragmento de todo el compacto, sino también el instante en el que quizás mayor libertad tiene el compositor, presentando una hábil y pegadiza melodía asociada al ajetreo diario de la redacción de informativos. El resto de cortes, con alguna que otra honrosa excepción (”Blair´s Run“, “The Tear Falls”), no pasan de ser tibias muestras de mero acompasamiento sonoro, incidiendo en esa ligereza melódica que a la postre demuestra el calado asumidamente secundario de la música dentro de la película de Brooks.
Duración: 44 cortes - 66´
Lo mejor: Polémicas aparte, los cortes de Conti parecen amoldarse con corrección al filme.
Lo peor: Las desavenencias músico-director, unidas a la intervención adicional de otro compositor en el score, condicionan que el álbum suene difuso y un tanto cercenado estilísticamente hablando.
El Tema:: “Young Jane - Main Title”.
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| MASTERS OF THE UNIVERSE (Masters del Universo) 1987 Edel/Silva Screen SIL 5095-2 (CD)
Cannon Films, la productora por excelencia de la “caspa”, empezaba a dar sus últimos coletazos de vida a finales de los años 80. En un último intento por salvar los muebles, el dúo Menahem Golan-Yoran Globus tiró la casa por la ventana, produciendo cintas con mayores medios de lo habitual, caso del “King Solomon´s Mines” o el “Delta Force”; hecho que favoreció la presencia en su apartado musical de nombres tan ilustres y poco habituados a estos engendros como Jerry Goldsmith o Alan Silvestri. Ello explicaría la razón por la que Bill se enroló en el proyecto de llevar a la pantalla ni más ni menos que una famosa colección de muñecos de juguete, con el impávido Dolph Lundgren interpretando al todopoderoso He-Man, mientras que Frank Langella -uno de los peores secundarios del cine reciente- se enfundaría la máscara del maligno Skeletor.
La partitura es, ante todo, un auténtico ejercicio de buen hacer y profesionalidad. Si bien salpicada de evidentes homenajes (algunos opinan que son auténticos plagios) al Williams espectacular de “Star Wars” o “Superman”, sobre todo en lo concerniente a la estructura de sus leitmotivs, Conti sale más que airoso en su objetivo de engrandecer la presunta espectacularidad de un filme que naufraga por los cuatro costados. De este modo, acierta al escribir un tema central a metales de corte heroico y fácilmente reconocible, entonado ya en el ”Main Title”, aunque desarrollado con toda su vigorosidad melódica en ”He-Man Victorius / End Titles”. Seguidamente, acudiendo a similares parámetros de sinfonismo sobresaltado, el autor crea una aplastante marcha como contratema brutal aplicado a las fuerzas del mal lideradas por Skeletor, que explota con inusitada agresividad las posibilidades de los metales y percusión de la Graunke Symphony Orchestra.
Y es curioso cómo los guiños a Williams continúan con ese fragmento compuesto por una sucesión de seis notas, asociadas a la clave musical que en el filme sirve para abrir una llave interestelar. Coincidirá el lector en el hecho de que dicho recurso recuerda -inevitablemente- a la conocida secuencia a cinco notas del “Encuentros en la Tercera Fase”.
Dos ediciones han visto la luz del presente score, siendo la más completa aquella del sello Edel en la que se incluía la practica totalidad de los cortes escuchados en el filme, con especial mención al trepidante y hasta entonces inédito “Batlle in the Gym”.
Duración: 16 cortes - 69´
Lo mejor: De nuev, la profesionalidad e implicación de Conti en un proyecto muy por debajo de sus aptitudes reales.
Lo peor: Que las evidentes referencias a autores como John Williams, sean malentendidas e interpretadas como falta de originalidad, cuando parece obvio que el autor estuvo muy condicionado para la adopción de tal impronta.
El Tema: El popurrí final de leitmotivs escuchado en “He-Man Victorious / End Titles”.
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| BETRAYED (El Sendero de la Traición) 1988 Varese Sarabande VCD 70470 (CD)
Con el espinoso tema del Ku-Kux Klan de fondo, Costa-Gavras rodó en 1988 este irregular thriller sobre la investigación por parte de una Agente del FBI de un cruel asesinato de tintes racistas, lo que lleva a infiltrarse en una aldea de la América profunda en la que comprobará de primera mano los tremendos prejuicios todavía existentes hacia el colectivo afroamericano.
Partiendo del ambiente rural de la historia, Conti opta por una orquestación muy sencilla, con guitarras acústicas y un grupo de teclados que esta vez desplazan casi por completo a la orquesta. La verdad es que las pretensiones del autor aquí no pasan de ser generalmente efectistas, siempre dentro de ese segundo plano con el que normalmente Gavras relega en sus filmes a la música original. Si a ello le añadimos la función ambiental que adquiere la música en muchos momentos (”Guns”, “Kill Me Kathy”), encontramos las razones de la poca atracción que despierta la escucha aislada de esta sosa partitura.
Por ello, aunque el autor cumple con su cometido dentro de los estrechísimos márgenes de su radio de acción, tan sólo destacan ciertos cortes asociados a la convivencia de la Agente con la comunidad del infame clan, así como algún que otro instante de habilidad a sintetizadores (”Riding to Work“)
En definitiva, “Betrayed” se erige como una obra anclada en la funcionalidad, ni mejor ni peor que otras de similar estilo, que si una cualidad tiene, esa es la de amoldarse con cierto oficio a los vaivenes dramáticos de la trama. Sin virtuosismos, sin posibilidades de mayor desarrollo y siempre dentro de un tono claramente contenido, que en determinados instantes roza incluso lo meramente diegético.
Duración: 19 cortes - 28´.
Lo Mejor: Para lo bueno y para lo malo, es en el fondo la partitura que mejor le venía a la película.
Lo Peor: El poco empaque que trasmiten los teclados, y esa sensación de “querer y no poder” con la que Conti se ve obligado a limitar su acercamiento musical.
El Tema: “The Way”.
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| A NIGHT IN THE LIFE OF JIMMY REARDON 1988 Varese Sarabande CD Club VCL 0306 1047 (CD)
No se asusten por la foto de la carátula, no se trata de un error. El score de esta desconocida “A Night in the Life of Jimmy Reardon” se incluye en un compacto de la sempiterna Varese Sarabande que reúne además de ésta, las partituras para “El Novato del Año” y “Bushwacked”.
Sin grandes alardes, pero con algunos instantes de verdadero interés, Conti resuelve el encargo acudiendo a melodías ligeras y de carácter intimista, que le sirven para puntualizar la historia de amor juvenil y de relación paterno-filial que constituyen el argumento central del filme. El score supone otro ejemplo más de la predisposición y profesionalidad del autor en encargos menores. Resulta curioso comprobar una vez más la seriedad con la que afronta encargos que otros músicos resolverían desde la convencionalidad y el desdén más absolutos.
Pero muy por el contrario, el de Rhode Island no desaprovecha la ocasión para desplegar de nuevo sus populares devaneos sobre texturas pop-rock, a los que aplica esta vez arreglos basados en bajos y sintetizadores en tono desenfadado (“Hawaiian Dreams”). Igualmente, Conti enfrenta a este estilo “frívolo” y juvenil determinados instantes de inusitado clasicismo, caso del cánon vanguardista de ”Heredity” o esa especie de ejercicio camerístico escuchado en la primera mitad del ”Go Around Back”. Cortes ambos que descubren la enorme profesionalidad de un Conti capaz de marcarse sendos temazos para una cinta absolutamente intrascendente, de la que sin embargo sobresale una música muy por encima del nivel medio en este tipo de producciones.
Duración: 11 cortes - 21´.
Lo Mejor: Una vez más, la profesionalidad de Conti en proyectos menores.
Lo Peor: La pírria duración del trabajo.
El Tema: “Heredity”.
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| GRAND SLAM 1989 Grudge Records 4515-2 (CD)
Pequeño “gran” borrón en la discografía del compositor (lamentable que se publiquen estos subproductos, y no otras grandes obras inéditas suyas), la partitura de “Grand Slam” supone un manido ejercicio de ritmos a sintetizador que pretenden acompasar con mediana soltura las andanzas sobre este desconocido filme con el deporte del béisbol como protagonista.
Cuatro cortes originales del músico se incluyen en el compacto, así como otras tres canciones escritas también por Conti junto a diferentes letristas, e interpretadas eso sí por ilustres artistas como Little Richard o Isaac Hayes. Incidiendo en un estilo electrónico que cercena totalmente los propósitos tradicionales del autor (no es capaz ni de alcanzar cierto grado de corrección), la música rezuma un halo de insustancialidad y falta de garra palpables desde el primer aporreo de teclado, escribiendo Bill algunos de los peores minutos musicales de toda su discografía editada. La estructuración del álbum tampoco ayuda a mejorar el nivel, pues nos encontramos ante otro de esos compactos en los que la soundtrack incidental se haya dispersa entre las canciones utilizadas en el filme; circunstancia que no solo provoca la falta de coherencia de un score que ya de por sí carece de unidad, sino que igualmente origina una sensación de “chapuza” continua impropia en la carrera de un músico con obras inéditas mil veces más interesantes que este horroroso CD.
Duración: 9 cortes - 33´.
Lo Mejor: Que sólo los acérrimos al compositor conocen la existencia de este engrendro sonoro.
Lo Peor: Prácticamente todo.
El Tema: Tan sólo rescataría la amable intervención de la guitarra acústica en la última pista “Dreams”.
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| LOCK UP (Encerrado) 1989 Intrada Special Collection Volume 18 (CD)
Las carreras de Bill Conti y Sylvester Stallone volvían a juntarse de nuevo en esta fallida cinta dirigida en 1989 por John Flynn, en la que el bueno de Sly interpretaba a un inocente condenado injustamente a la cárcel, en donde será acosado hasta límites extremos por el malvado alcaide de turno de la prisión, encarnado por el violento rostro de un Donald Sutherland en horas bajas.
La historia pretende hacer hincapié en los aspectos claustrofóbicos del encierro de Stallone y su acoso dentro de la cárcel, potenciando la introducción por el músico de oscuras e incesantes sonoridades electrónicas principalmente asociadas a la figura del alcaide y sus secuaces, con la disonancia tornando en atonalidad en no pocas ocasiones (“Steam Bath”, Payback Time”). Un recurso con el que se pretende -y consigue- trasladar la angustia del protagonista al espectador, ante esa huida a ninguna parte que le llevará a enfrentarse cara a cara en la prisión con su enemigo.
Como contraste a la densidad efectista de aquellos cortes, Conti presenta un melódico motivo principal a piano (“Main Title”), trantando de evocar desde la dulzura las ansias de libertad de Stallone y la vida que le espera junto a su pareja más allá de las rejas. Aunque sin duda lo más destacado del álbum de “Intrada” es la inclusión de aquél tema que muchos ansiábamos escuchar fuera del filme: El “First Down!”, una arrolladora marcha a metales y aplastante percusión, escuchada durante el agresivo partido de fútbol americano disputado bajo la lluvia entre los reclusos y los guardias de la prisión. La furia se desata en un corte de tremenda violencia orquestal y culminación, que consigue levantar una partitura muy coherente para con las imágenes, pero que adolece en su "debe" de contar con momentos que bordean la monotonía en su escucha aislada.
Duración: 18 cortes - 56´.
Lo Mejor: Conti resuelve francamente bien el contraste de temas bucólicos asociados a la libertad, en contraposición a aquéllos dedicados a potenciar el ambiente asfixiante de la prisión.
Lo Peor: La excesiva electrónica efectista escuchada en no pocos fragmentos.
El Tema: Sin lugar a dudas, el “First Down!”.
1-abril-2007 |
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