1. La Leyenda de Sleepy Hollow
”La Leyenda de Sleepy Hollow”, la historia del jinete sin cabeza que aterrorizó a finales del siglo XVIII el pacífico pueblo del mismo nombre, es a día de hoy un clásico de los cuentos de fantasmas que los niños norteamericanos leen cuando la noche de Halloween hace acto de aparición. Seguramente muchos de esos niños, después de recorrerse todo el vecindario disfrazados de brujas, momias y dráculas en busca de caramelos, eviten atravesar bosques oscuros, y si lo hacen, es más que probable que escuchen aunque sea en su imaginación las pisadas de un enorme caballo negro montado por un jinete sin cabeza... pero con una espada tan brillante como el propio reflejo de la luna.
Y es que Halloween nunca sería lo mismo si la imaginación desbordante de Washington Irving no hubiera concebido a este temible y siniestro personaje.
Washington Irving nació el 3 de abril de 1783 en Nueva York. Abogado, periodista, escritor y diplomático, son éstas algunas de las facetas que desarrolló durante su productiva vida. Fue también un trotamundos, que residió en Inglaterra donde entró en contacto con algunos de los más importantes hombres de letras de la época como Sir Walter Scott, Thomas Campbell o Thomas Moore, y también vivió tres años en Madrid formando parte del cuerpo diplomático de los Estados Unidos. Esta experiencia española le llevó a escribir dos de sus obras más emblemáticas: "Historia de la vida y viajes de Cristobal Colón" y "Cuentos de la Alhambra".
Sin embargo, lo que ahora nos interesa es su Libro de Apuntes (1820), compuesto por una serie de relatos y ensayos cortos, dos de los cuales son ya clásicos de la literatura: "Rip Van Winkle" y "La Leyenda de Sleepy Hollow". Irving falleció el 28 de Noviembre de 1859.
Su estilo es particularmente mordaz y divertido en “Sleepy Hollow” . Ni él mismo se cree lo que está contando, pero aún así la historia es tan aterradora, que terminas convenciéndote de que lo que estás leyendo ocurrió en realidad.
La trama gira en torno al enfrentamiento entre Ichabod Crane, un granjero que no se cree el cuento del fantasma, y el propio jinete sin cabeza; todo ello ambientado en un pueblo en el que casi todos sus habitantes son emigrantes holandeses que se asentaron allí décadas atrás.
2. La Película
La película de Tim Burton tiene un enfoque más detectivesco y algo más bizarro que la obra de Irving: Ichabod Crane, un joven policía del Nueva York de finales del siglo XVIII, de novedosos métodos de investigación (utilizando extrañas técnicas forenses) es elegido para investigar las extrañas muertes que se suceden en el pequeño pueblo de Sleepy Hollow. Muertes que giran alrededor de una de las familias más ricas del pueblo, el clan de los Van Garrett.
Ichabod llegará al pueblo y descubrirá, entre otras cosas, un enredo de intereses patrimoniales y lazos de sangre mezclados entre la familia de los Van Garrett y los Van Tassell, las dos más poderosas de Sleepy Hollow. Una conspiración en la cual participan los 4 prohombres (el magistrado, el juez, el médico y el sacerdote), que ocultan con su silencio las sospechas sobre las intenciones del espíritu de un antiguo guerrero germano contratado en las épocas de la Guerra de la Independencia. Contraponiendo la superstición con la ciencia, Ichabod investigará los sucesos hasta descubrir el complot que involucra al pueblo entero, aunque en realidad sólo hay un responsable. Hay que hacer mención también, a la subtrama que gira en torno a la relación que se establece entre Ichabod Crane y Katrina Van Tassell, la hija del principal sospechoso, Valtus Van Tassell...
La elección de Tim Burton no pudo ser más acertada. La historia estaba hecha a su medida, de ahí que Francis Ford Coppola y Scott Rudin, productores a la sazón del film, no dudaran en ofrecerle el guión que Kevin Yagher y Andrew Kevin Walker habían realizado tomando el libro de Irving como base (años atrás, la Disney también había realizado una adaptación de la historia, aunque algo más fidedigna y ajustada al libro).
El resultado es una película que realmente te atrapa con la historia, y que te hipnotiza por el tratamiento de las imágenes. Las escenas sangrientas son contundentes, aunque de fugaz visión, lo suficiente para logras el sobresalto y no la repulsión. Destaca también, el humor negro del excéntrico director en algunas secuencias especialmente macabras (la muerte del Magistrado, o una de las autopsias realizada por Ichabod Crane).
Hay también, alusiones a obras de la Hammer y del propio autor, como Pesadilla Antes de Navidad (en especial por esa omnipresente calabaza con sonrisa diabólica).
El reparto es otro de los puntos fuertes del film. Nadie mejor que Johnny Depp para hacer de Ichabod Crane. Y es que Depp borda el personaje de tipo simplón, despistado, que parece no creer en nada de lo que hace y al que le viene grande la investigación. Su presencia incomoda tanto en Nueva York, como en Sleepy Hollow. No extraña por tanto, que tanta presión le haga "desvanecerse" cada dos por tres (inteligente excusa de Burton para introducir flashbacks con recuerdos de su niñez). El amor de Ichabod, la reencarnación de su madre... y el último objetivo del jinete. Su interpretación es más que correcta, aunque personalmente habría preferido a la primera elección de Burton: Winona Rider. Como actriz muy superior a Ricci, y encima con el morbo añadido de su reencuentro con Depp tras Eduardo Manostijeras y su turbulenta relación amorosa.
Los secundarios son también un elemento fundamental, desde Christopher Walken que borda su papel del germano antes de que le corten la cabeza y se convierta en el jinete... hasta Michael Gambon (Valtus Van Tassell) o Miranda Richardson (la señora Van Tassell y madrastra de Katrina)... No es justo olvidar los cameos de Martin Landau (como el patriarca Van Garrett) o Christopher Lee (el juez que envía a Ichabod a Sleepy Hollow).
3. La Música
La asignación de este proyecto a Danny Elfman a nadie debió pillar por sorpresa. La sexta colaboración entre Elfman y Burton no habría podido tener un proyecto más idóneo. Y es que, si importante es la fotografía de Chris Lebenzon, los vestuarios de Colleen Atwood y el diseño de producción de Rick Heinrichs, no menos determinante es la música de Danny Elfman, para dotar al film de esa naturaleza gótica que emana de cada uno de sus fotogramas. De ese sentido de la oscuridad, de los ambientes insanos... de lo oculto. Elfman, en estos terrenos, se mueve como pez en el agua. De hecho, su intrigante aspecto, su piel blanquecina y pelo rojizo, y su penetrante voz parece directamente sacada de este tipo de historias de fantasmas, leyendas, calabazas diabólicas y jinetes vengadores.
Para muchos, entre los que me incluyo, ésta habría sido la banda sonora perfecta para el Elfman de principios de los 90. El Elfman de “Batman”, “Eduardo Manostijeras” o “Pesadilla Antes de Navidad”.
Algunos esperábamos que “Sleepy Hollow” fuera su particular regreso al pasado, al reencuentro con ese compositor de innovador estilo, capaz de crear pegadizas melodías, sin grandes estridencias orquestales, de cuyas partituras emanaba una atmósfera de ensoñación incomparable; y es precisamente por no encontrarnos con esto mismo, por lo que al principio la acogida de este score fue fría e indiferente.
Elfman había cambiado, su música había cambiado y aunque por aquel entonces (hablamos de 1999), pensábamos que había cambiado a peor. Ahora, simplemente, podemos decir que ha cambiado.
Hoy en día, Danny Elfman es un compositor mucho más introspectivo, más psicológico, más preocupado del sentido del ritmo que de la creación de melodías retentivas, un compositor por así decirlo, más comprometido con las películas para las que trabaja tratando de que su música aún siendo igual de efectiva que antaño, no sobresalga tanto.
“Sleepy Hollow” es un score complejo, oscuro, opresivo, desasosegante, muy duro de escuchar aisladamente a la película; compuesto para gran orquesta y dos grandes grupos corales: los coros de niños interpretados por la London Oratory School y los adultos realizados por la Metro Voices.
La sección de cuerdas y los metales son los grandes protagonistas, especialmente las primeras, apreciándose la influencia de Stravinsky a la hora de los glissandos y staccatos, y por la sobredimensión de los cellos.
Las campanillas, los arpegios de arpa y el órgano de iglesia confieren al conjunto ese aire de misterio que tanto necesita la música para no diferir del creado por las imágenes.
4. Ichabod / Sleepy Hollow
Elfman estructura el score en base a dos personajes: Ichabod Crane y El Jinete. El hombre de ciencia y el hombre sin cabeza. El que no quiere creer lo que ve, y el que se lo hace creer.
El tema de Ichabod es también el tema de Sleepy Hollow. Un leit motiv bidual, auténtico motor de la partitura, que actúa como espejo musical del terror reinante en Sleepy Hollow y la amenaza del jinete, y de la oscura y compleja intriga que hay detrás de los misteriosos asesinatos cometidos por éste. Ichabod será el encargado de desenmarañar la trama y "descabalgar" al jinete.
A lo largo de los 19 cortes del disco, escucharemos versiones más o menos largas de este tema, aunque sin duda, son destacables tres momentos: "Introduction", en el que aparece insertado entre los dos motivos del Jinete, acompañando la secuencia del asesinato de los Van Garrett (padre e hijo) mientras huyen del pueblo, y que a su vez se utiliza como presentación del Jinete.
"Main Titles", arropando el viaje de Ichabod Crane de Nueva York a Sleepy Hollow (un corte en el que destaca la utilización de los cellos para marcar el ritmo del coche de caballos).
Y por último, la optimista versión del mismo que escuchamos en "A New Day!", coincidiendo con el fin de la maldición.
5. Ichabod y Katrina
Por otro lado, Elfman asocia este motivo a la infancia de Ichabod y los recuerdos que le vienen a la mente cada vez que pierde el conocimiento. Por cierto, una variante temática, que por extensión se aplicará a la relación de amor entre Ichabod y Katrina Van Tassel, como posteriormente veremos.
Pero hablemos de esos recuerdos. En ellos aparece el niño que una vez fue, su dulce madre y el fanático padre, un sacerdote desequilibrado. Sueños que se asocian a la amorosa relación madre e hijo, y a la fatídica muerte de la primera, que marcaría de por vida al joven Ichabod. Una muerte perpetrada por culpa del extremismo religioso del padre, obsesionado con el presunto embrujamiento de la mujer.
Para describir estos sueños Elfman intrdouce una bucólica versión del tema central. La cálida voz de los niños de la London Oratory School, así como un suave acompañamiento de cuerdas, ayudan a evocar la niñez de Ichabod.
Una idea musical que también se utiliza en la mayor parte de las secuencias que comparte Ichabod con Katrina Van Tassell. A éste, la hija de Valtus Van Tassell le recuerda a su madre. Su inocencia, su belleza, su pasión... no extraña por eso que Elfman recurra al mismo tema para describir sus encuentros. Cortes como "Young Ichabod", "Sweet Dreams" o "Love Lost" así lo demuestran.
La relación de Ichabod y Katrina no se limita, sin embargo, a meros recuerdos. Entre ambos ha habido un flechazo justo en el momento en el que se vieron por primera vez. Un amor que nace en tiempos oscuros, y entre dos personas con intereses enfrentados: Ichabod investiga las muertes y tiene como principal sospechoso a Valtus Van Tassell, el padre de Katrina. Y Katrina ama con devoción a su padre y haría todo lo posible por evitar su condena. Elfman también recurre a la misma variación del tema central para describir esta relación, aunque dotando al mismo de un cariz más romántico, como podemos observar en "The Gift".
Sin embargo, la propia esencia del tema vicia la ensoñación de estos momentos musicales. Hay una amenaza detrás de esas voces de niños, la amenaza del Jinete... la amenaza del diabólico padre. Y eso se refleja en la terminación brusca y violenta de algunos de estos cortes. Fiel reflejo de la transición de la ensoñación a la pesadilla. "More Dreams" es un claro ejemplo. Empieza de forma templada, pero termina con gran agitación orquestal e inserción de los "Male Chorus" (Coros de Hombres) de la Metro Voices.
6. El Jinete
“El jinete sin cabeza" también tiene su propio punto de vista musical. Elfman compone para él dos breves pero intensos motivos. El primero de ellos nos avisa de su inminente aparición, es una idea musical interpretada por cellos "in crescendo" a la que se incorporan paulatinamente coros, órgano y el resto de la orquesta.
Las imágenes no muestran al jinete, y la música por lo tanto tampoco, solamente actúa de preludio. Un tema que, por cierto, suele aparecer unido al tema de Ichabod, algo que ocurre en los ya mencionados dos primeros cortes del disco ("Introduction" y "Main Title").
En otras ocasiones, al mismo le sigue un segundo motivo, el tema del horror. Un nombre que le viene ni que pintado, pues sólo aparece cuando el Jinete hace acto de presencia dispuesto a rebanar cabezas.
Un tema que es interpretado por medio de metales de los que no salen notas, sino el infernal bramido del caballo, su poderoso galope y el rápido y certero sonido de la espada.
El corte "Mastbath´s Terrible Death", así como el resto de cortes de acción como "The Tree of Death", "The Church Battle" e incluso "The Final Confrontation", incluyen continuas referencias a este motivo.
Estupendos pasajes de la partitura, sin duda, donde la fusión de la gran orquesta con coros es especialmente brillante.
Mención aparte, merece el que podríamos considerar mejor corte de esta banda sonora: "The Chase". En el se describe la escena de la huída y posterior enfrentamiento de Ichabod y el Jinete. Comienza con un vibrante motivo interpretado por cuerdas, al compás de la veloz persecución a caballo a través de los bosques de Sleepy Hollow, al que seguirán continuos crescendos de la orquesta y puntuales y acusadas inserciones de percusiones, que parecen dibujar cada violento ataque del Jinete con su espada.
Esta partitura es sin lugar a dudas uno de los mejores trabajos del compositor hasta la fecha. Un trabajo que demuestra la madurez alcanzada por Elfman como compositor, y que si bien se encuentra un escalón por debajo de sus obras maestras de antaño, hay algunos pasajes a la altura del mejor Elfman, pero compuestos por un Elfman distinto.
7. Tracklist
Sello: Hollywood Records
Duración: 68:02
1.- Introduction (04:15)
2.- Main Titles (03:09)
3.- Young Ichabod (01:20)
4.- The Story... (04:28)
5.- Masbath´s Terrible Death (01:35)
6.- Sweet Dreams (01:11)
7.- A Gift (02:26)
8.- Into The Woods/The Witch (03:32)
9.- More Dreams (01:42)
10.- The Tree Of Death (09:36)
11.- Bad Dream/Tender Moment (03:33)
12.- Evil Eye (03:43)
13.- The Church Battle (03:33)
14.- Love Lost (05:16)
15.- The Windmill (06:18)
16.- The Chase (03:12)
17.- The Final Confrontation (04:16)
18.- A New Day! (01:29)
19.- End Credits (03:18)
24-octubre-2005
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