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Una Mano de Pintura |
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Scoremagacine se enfrenta a sus primeros cuatro años de singladura y como las casas que con el tiempo se hacen acreedoras a su mano de pintura y sus pequeñas reparaciones, nos hemos puesto manos a la obra para lavarle la cara y hacer de ella un lugar más acogedor. Con ello, no sólo hemos cumplido las expectativas fijadas para lograr una página con mayor atractivo visual, sino que hemos evolucionado para alcanzar el propósito primordial oculto tras estos cambios: lograr que el viaje que emprende el lector a través de la web sea más fácil e intuitivo. Para conseguirlo, nuestra principal apuesta ha sido dejar a la vista, en el margen izquierdo de nuestra Home, todas las secciones que integran la página, resaltando nuestra vocación de “revista especializada”, punto sobre el que se asienta gran parte de las diferencias que nos separan del resto de propuestas de la red.
Así, y junto a secciones que ya tenían un espacio cardinal en el antiguo diseño, como “Noticias” y “Reseñas de Actualidad”, hemos añadido un apartado (“Archivo”) que recupera tanto las críticas discográficas publicadas en el pasado, como presenta reseñas de nuevo cuño relativas a un producto con más de un año de antigüedad en el mercado. De las secciones ya existentes en la página, hemos decidido resaltar nuestra “Base de Datos de Compositores”, la más extensa y documentada de entre las páginas especializadas en internet, así como destacar de manera especial los dos últimos artículos publicados en la web a través de un espacio genérico, “Lo Último”, y dejar otro reservado a recuperar algunos de nuestros más interesantes títulos de catálogo (“En Catálogo”).
Pero hay también espacio para nuevas secciones. La “Tabla de Puntuaciones” recoge la opinión de nuestros expertos sobre las últimas 25 novedades reseñadas en la web. Asimismo, a través de un cuadro resumen por años, podrán consultarse las puntuaciones de aquellas obras discográficas pertenecientes a películas producidas a partir del 2008, cuya crítica ha sido publicada en su día. Como novedad, hemos integrado la sección “Noticias en Inglés” (actualizada a través del Blog de nuestro compañero Demetris Christodoulides) dentro de las secciones fijas de la página -antes sólo podía accederse a su contenido a través de un banner-.
Tampoco, se han descuidado dos de las señas de identidad que han hecho de Scoremagacine una web referencia a nivel mundial. Por una parte, hemos procedido a revisar y actualizar nuestra “Base de Datos de Compositores”, añadiendo y rectificando datos en aras a ofrecer la mayor rigurosidad posible. Por otro lado, en otra muestra del compromiso incondicional con nuestros numerosos lectores, seguimos trabajando con tesón para proseguir con la actualización semanal de reseñas y noticias relacionadas con el ámbito de la música audiovisual. Este continuismo, unido a todos los cambios mencionados, esperamos que contribuyan a hacer más cómodo y atractivo el recorrido que por la web realizan nuestros fieles lectores. Comodidad que se consolida con la optimización del nuevo diseño de la web a las últimas versiones de los navegadores más usados del mercado: "Internet Explorer 8" y "Firefox 3", así como el polémico "Google Chrome". No en vano, recomendamos el uso de cualquiera de ellos para la óptima visualización de todas las mejoras introducidas.
Esta nueva etapa en Scoremagacine la abrimos con un “proyecto” que esperamos sea de interés: “La Música de Cine a Debate”. Hemos querido consultar a los compositores cómo ven el panorama musical cinematográfico en la actualidad. Las facilidades para trabajar, la libertad artística o el posible intrusismo de “colegas” provenientes de otras ramas musicales no cinematográficas, son algunos de los temas controvertidos sobre los que opinan nuestros encuestados. Conscientes de que nos adentramos en una época convulsa y de fuertes cambios, pretendemos arrojar algo de luz sobre el futuro más inmediato de la disciplina. Aunque la respuesta de los compositores a este experimento ha sido algo tibia, a tenor de las disculpas de muchos de ellos para no entrar a contestar al fondo de nuestras preguntas, hemos logrado aislar la opinión de un ramillete de profesionales cuyas carreras comienzan, se hayan consolidadas, o bien, hace tiempo que la industria optó por condenarlas al olvido. Estamos seguros, que la iniciativa contará con la aprobación de los lectores. Scoremagacine no pretende con ella, ni mucho menos, sacar conclusiones relevantes o definitivas (el nivel de respuestas tampoco lo permite) más allá de los términos expuestos. Aunque la mayoría de los encuestados son compositores españoles, hemos querido ofrecer también una pequeñísima perspectiva de la opinión de profesionales internacionales. En suma, una interesante visión de algunos expertos que a través de su trabajo marcarán las pautas futuras de actuación.
Nuestra opinión al respecto ya sido expuesta con anterioridad y en este mismo foro. Estamos convencidos de que la música de cine se haya sumida en un período de franca decadencia. El problema de fondo que se suscita no es tanto culpa de la riqueza de los nuevos lenguajes incorporados, sino más bien al contrario, del inmovilismo de una serie de propuestas que pretenden dar a luz una suerte de músico impersonal, preocupado en calcar, una y otra vez, un estilo unívoco y plano donde poca o escasa importancia tienen los axiomas puramente musicales. Cuando los temp tracks se instauraron definitivamente en Hollywood, hace ya muchos años, el agente Richard Kraft acuñó una interesante opinión. Para él, un músico de cine se enfrentaba a dos importantes disyuntivas al enfocar su labor: “qué hacer y cómo hacerlo”. Kraft opinaba que la primera pregunta había sido respondida con la introducción de la práctica de los temp tracks. Desposeído de la cuestión principal, al compositor sólo le quedaba despejar la segunda incógnita, el fin último para el que era contratado. Con márgenes cada vez más ínfimos en lo relativo a la creatividad, hoy día el proceso de cómo realizar una banda sonora, cómo afrontar el subrayado fílmico, se haya inmerso en una peligrosa estandarización. Nuestra opinión, lejos de ser catastrofista, pretende ni más ni menos que constatar la realidad que gran parte de los aficionados viene percibiendo en los últimos tiempos: la paulatina autocomplacencia de una industria que corona al “compositor a destajo”, capaz no sólo de escribir rápido y barato, sino de trabajar bajo unos patrones musicales prefijados. El músico que evade esta maquinaria sistemática se ha convertido en una “rara avis”, en una especie en extinción defenestrada por el mismo hábitat que no hace tanto le ofrecía todo un vergel a explorar.
17-abril-2009
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