Asins Barbó, Miguel
(Barcelona (España), 21-01-1916 / Madrid (España), 26-10-1996)
Biografía
Desarrolla toda su educación musical en Valencia, ciudad que siempre sintió como suya y de la que sería nombrado “Hijo adoptivo” el mismo año de su muerte.
Entra en el Conservatorio de Valencia donde estudia armonía con Pedro Sosa en 1935, y composición y folclore con Manuel Palau. Militar de profesión, entra en el Cuerpo de Directores de Música del Ejército de Tierra en 1944, y además de destacar en su faceta de director de orquesta consigue diversas distinciones con sus numerosas composiciones, como el Premio Nacional de Música (por su obra “Seis canciones españolas”, 1950), Premio Eduardo Aunós del Círculo de Bellas Artes de Madrid (“Cuatro canciones para canto y orquesta”, 1948) y el Premio de Música Ciudad de Barcelona (su poema sinfónico “Alvargonzález”, 1954).
Durante los años 50 llega al rango de Capitán y se traslada a Madrid con su mujer María Josefa Cebrián y sus dos hijos Miguel y José María, iniciando una nueva actividad como autor de bandas sonoras en películas de corte moralizante, como "Todos somos necesarios" y "Quince bajo la lona", alternándolas con obras de contenido social, como "El cochecito".
Aunque, sin duda, fue Luis García Berlanga el nombre clave de toda su carrera. Con él participó en algunas de los mejores filmes de la historia del cine español, como "Plácido" y "El verdugo", a las que décadas después seguiría "La vaquilla" ´(con una bandas sonora que escribió estando ya retirado por amistad con Berlanga).
Su estilo, en la mejor tradición del cine italiano, se basó en partituras pegadizas con ritmos de swing, fox, vals, rumba, pasodoble y jazz, siempre con pequeña orquesta popular.
A comienzos de los 70 decidió abandonar el cine y centrarse más en su actividad de compositor y director musical, centrándose en el folclore valenciano para sus obras sinfónicas y de bandas militares.
Sus numerosas composiciones recorrieron toda España durante siete décadas: “Dos cançons patriotiques per a infants”, compuestas para voz y piano en 1939; marcha fúnebre “Mártires de Torrente” (1940); “Himno Oficial de la Santísima Virgen de Los Llanos de Albacete” (1956); “Catalunya” (1974); el poema sinfónico “Mare Nostrum” (1976); “Dos canciones vascas” (1976); su suite sinfónica “A la lluna de Valéncia” (1979); “Tres canciones asturianas” (1983); “Tres canciones zamoranas” (1988); “Coplas” para Andalucía en 1991; y su última gran obra para banda sinfónica, “Los Madriles”, terminada en 1992.
En su labor como director musical son notables sus interpretaciones con la Banda de Cornetas y Tambores de la I Región Militar, grabando con ella una decena de elepés sobre distintas obras propias y ajenas.
En 1976 se retiró como comandante, comenzando una importante labor como catedrático musical en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid.
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