García Abril, Antón
(Teruel (España), 19-05-1933)
Biografía
En la prolífica etapa del cine español que trancurrió de mediados de los 50 hasta finales de los 70, Abril fue un nombre indispensable en la industria, destacando por encima de compañeros como José Solá ("Un vaso de whisky", 1958), Ángel Arteaga ("La marca del hombre lobo", 1969) o Gregorio García Segura ("Los bingueros", 1978).
Matriculado en los Conservatorios de Valencia y Madrid, se traslada después a la Academia Chigiana de Siena, donde aprende las técnicas de la música de cine con Lavagnino, y composición con Goffredo Petrassi en la Academia de Santa Cecilia de Roma. A su regreso a España se integra en la “Generación del 51”, músicos de vanguardia que pretendían ofrecer un concepto diferente de lo que se estaba haciendo en el país; y en 1959 crea el grupo "Nueva Música", un paso adelante en la evolución de la música española.
Entra en el cine en 1956 con "Torrepartida", de la mano de Pedro Lazaga, director con quien va a mantener la colaboración más numerosa de la historia con 68 películas en 22 años. Relación ésta culminada en "Estimado Sr. Juez" y que englobó principalmente comedias llamadas despectivamente “españoladas”, pero a las que Abril aportaba melodías, ritmos de jazz, y canciones pegadizas en la mejor tradición de sus contemporáneos italianos: "Sor Citroen", "El turismo es un gran invento", "Vente a Alemania Pepe", "El abuelo tiene un plan", "París bien vale una moza"...
Obtiene el reconocimiento a su trabajo al ganar el premio Nacional de Música de 1956, el Nacional de Teatro (1972), y la Medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos; así mismo, entra como Catedrático de Composición y Formas Musicales del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid en 1974. Con este nuevo caché logrado, intenta alejarse de esas películas nada prestigiosas, buscando nuevos caminos musicales en románticas y estilizadas partituras para cuidadas series de Televisión Española, durante los años 70 y 80, creando un estilo propio resaltado con un suave piano entre la elegante orquestación. De este modo, consigue obras tan destacadas como "Fortunata y Jacinta", "Ramón y Cajal", "Anillos de Oro" y "Segunda enseñanza"; además de sus clásicos temas principales de las series "Los Camioneros" o "El hombre y la tierra".
Durante los años 80, alcanza su máximas cimas de talento melódico y perfección orquestal, al relacionarse profesionalmente con Pilar Miró ("Gary Cooper que estás en los cielos", "El crimen de Cuenca"), Francisco Betriu ("Réquiem por un campesino español"), y Mario Camus ("La colmena", "Los santos inocentes", "La rusa"). De manera sorprendente, estando en su mejor momento creativo, olvida y reniega de la música de cine y se dedica en exclusiva a su repertorio clásico.
Otros trabajos: Autor de una importante de concierto, entre ellas: música de cámara en el “Homenaje a Miguel Hernández”; su extraordinaria cantata para niños “Alegrías”, estrenada en 1979; “Concierto para piano y orquesta”; “Madre Asturias”; “Cantata a Siena”; “Cantico della Pietá”; y sus memorables piezas sinfónicas “Concierto Aguediano” (1979) y “Homenaje a Sor”, grabados con la English Chamber Orchestra.
Su labor para obras de teatro incluye “Mariana Pineda”, Luces de Bohemia” y “La Celestina”; y uno de sus grandes logros es la ópera “Divinas palabras” (1997). Magníficas son sus dos comedias musicales para teatro: “Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores”, con Nuria Espert de protagonista; y “Mata Hari”, un texto de Adolfo Marsillach para lucimiento de Concha Velasco.
Reseñas
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